El decepcionado
             
Hubiera preferido mil veces 
decir que sí y estar contento; 
me habría gustado una presencia 
aun de secas ramas sin acaso;
hubiese apostado incluso la lengua 
de las hojas a que sería feliz.
 
Pero estoy solo otra vez
y en milagros 
no cree ya mi boca.

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