Canción de lo fugitivo
            
            En el timbre de esta voz
repito tu blando nombre
para sentir que has llegado
y te has ido con la tarde.
            
Si algo pudiere el amor,
dame el minuto que pasa;
entre esta boca y la tuya
sea el encuentro que salve.
            
Crujen aún los peldaños
como una muda comparsa,
al pudo ser de este amor
se le fugó su milagro.
            
Cuanto sucede en el tiempo
sólo después se nos abre,
el júbilo y la miseria
mucho después de la tarde.

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