A los pies de tu nombre Acaso más bueno sea esperar a que un poema salude al día y añada gratitud a la esperanza. Sin más aviso que una rama de ciruelo se viene la mañana y el mundo crecerá como dejar al tiempo correr, pero sin uno. Si algo faltara que decirse, alguien desliza en un beso su endeble eternidad. De mi parte, saludo en ti esa canción que a la amargura resiste. Estoy aquí a punto de brindar a los pies de tu nombre, de coger del brazo al día y darle un beso en la boca. |
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