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CAPITULO 1

     La misma rutina de siempre, el coronel Alonso P. Freeman llegaba al centro de comandos en la base aérea Los Alamos antes que todo su equipo según lo demandaban los protocolos previamente establecidos. A medida que cada uno de los miembros de su equipo se hacía presente, les daba la misma bienvenida que había dado durante los últimos cuarenta años que llevaba en el proyecto GIFT.
Un simple saludo militar y un fuerte apretón de mano, nadie esperaba más que esto.
Su equipo estaba acostumbrando a ese frío recibimiento, nadie esperaba las conversaciones rompehielos, donde se pregunta: ¿Cómo está la familia? o ¿Qué acontece de tu vida? Cada uno de los miembros del equipo sabía lo que el coronel Alonso representaba para el proyecto, y por lo tanto no exigían más de lo que ya estaban acostumbrados a recibir.

     Luego de que todo el personal estaba presente en el centro de comandos, el coronel Alonso repasaba con cada uno de los integrantes de su equipo, los protocolos de seguridad que debían seguir, y nuevamente explicaba la importancia del proyecto para la nación y las repercusiones que tendría para cada uno de ellos si dicha información llegase a filtrase al medio exterior. El coronel Alonso en cada mirada de los miembros del equipo, trataba de saber si algo había cambiado en ellos que pudiera hacer que la misión fuera a fallar, era como si tuviera una máquina de rayos X en sus ojos y pudiera ver dentro de sus almas y encontrar algún cambio en su actitud desde la última vez que se reunió en el centro del comandos.

     El coronel Alonso era el mejor estratega que West Point había graduado, muchas de sus estrategias de combate habían sido puestas a prueba en la guerra de Irak, Afganistán, Irán, y fueron la clave para que no se perdieran las vidas de muchos soldados. Todas sus estrategias formaban la base para el entrenamiento de nuevos oficiales en West Point, además muchas de ellas eran utilizadas por la Escuela de Negocios de las universidades de Harvard, Yale, Stanford, Notre-Dame, entre otras, y habían sido publicadas por las editoriales más famosas a nivel mundial, como estrategias de negocio, incluso muchos de los best seller publicados tenían sus estrategias como guía básica para el éxito en los negocios. Todas las estrategias desarrolladas por el coronel Alonso lo llevaron a ser uno de los oficiales más conocidos e importantes de la armada y por lo cual se le confiaron varios de los proyectos importantes para el ejército, entre ellos el más importante para la nación, el proyecto GIFT.

     Durante sus años de secundaria, el joven Alonso siempre deseó formar parte del equipo de football americano, pero había fallado en varias pruebas de resistencia, debido a la falta de fortaleza en sus músculos. En varias pruebas para ingresar al equipo de football, Alonso fue fuertemente lesionado por los otros integrantes del equipo. Aunque no pudo jugar en el equipo del colegio, tuvo la oportunidad de compartir con el entrenador varias jugadas elaboradas por él, de ataque y contra ataque, las cuales aplicadas al juego, fueron el éxito de muchos encuentros deportivos para el equipo del colegio.

     La aplicación de estas jugadas llevaron al equipo del colegio a posicionarse en los primeros lugares dentro de las ligas colegiales de equipos de football Americano, esto llevo al entrenador a solicitara al consejo del colegio el nombramiento de Alonso como su asistente. Sin duda fue el asistente más joven que se había integrado a cualquier equipo de football americano en toda la historia de las ligas colegiales. Sus jugadas llevaron al equipo a la final nacional, la cual no fue ganada ese año, debido a varias lesiones que algunos de sus mejores jugadores tuvieron durante la temporada, El siguiente año el equipo alcanzó el campeonato nacional de football, y durante muchos años se mantuvo en las primeras posiciones del ranking de la liga colegial.
Fueron tantos los avances del equipo del colegio, que dueños de equipos profesionales de football americano se acercaron a este joven asistente para ofrecerle la posición de asistente en sus equipos. Incluso algunos de los dueños de estos equipos profesionales le ofrecieron el puesto de entrenador. Eran tantas y tan buenas ofertas que se le presentaban al joven Alonso por parte de algunos de los dueños de los mejores equipos de football americano, que otro jamás podría haberlas rechazado.

     Estas propuestas equivalían a asegurar la vida con un salario formidable y la posibilidad de ser el entrenador más joven y famoso de la liga profesional de football. Durante sus años de colegio el joven Alonso rechazó todo tipo de ofertas con salarios iniciales de más de seis dígitos.

     En su último año de colegio, el joven Alonso asistió varias ferias promovidas por universidades locales y nacionales, las cuales llegaban al colegio a ofrecer a los alumnos información sobre sus planes de estudio, becas, planes de pago, e incentivarlos para que ingresaran a sus instituciones. Debido a sus excelentes notas y recomendaciones de sus maestros, muchas de las universidades le ofrecían al joven Alonso becas completas y otras prebendas que no eran ofrecidas a otros estudiantes. El teniente coronel Tomás Alcántara de la Escuela Militar de West Point le ofreció al joven Alonso que ingresara a la Academia Militar como un simple integrante, sin ningún tipo de prebenda adicional, y éste sin pensarlo dijo que sí; esto era todo lo que el Joven Alonso había estado esperando durante sus años en el colegio.

     Cuando Alonso le contó a su madre de la oportunidad de ingresar a la Academia Militar de West Point, ella se mostró muy entusiasmada y animó e incentivó a Alonso a hacerlo de inmediato. Aunque la madre de Alonso había recibido cartas de muchas universidades nacionales e internacionales, ofreciendo becas completas de estudio para su hijo, ella siempre se había mostrado indiferente a las mismas. Esta actitud era como si la madre de Alonso hubiese estado esperando esta oportunidad para que su hijo ingresara a la Escuela Militar de West Point.

     Para Alonso era su sueño hecho realidad. Desde muy pequeño sus juegos favoritos eran aquellos que tenían que ver con soldados y tácticas militares. Siempre le gustaron aquellos juegos donde tenía que poner en práctica actividades de ingenio y destreza. Si alguien hubiera tomado en serio sus comentarios cuando niño, hubiera jurado que él sería uno de los más grandes estrategas del ejército.