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Fragmento del libro


Quisiera recordar primero a mi gran amigo de toda la vida, el Polo. El tenía tres o cuatro años más que yo, era muy callado, no era peleador, en realidad era socialmente muy tranquilo, pero era un ladrón de buena cepa y con gran determinación, él no la pensaba dos veces para hacerla.
Yo tenía aproximadamente dieciséis años y el Polo tendría dieciocho o diecinueve y ya “había hecho una condena” por robo con homicidio a los quince años. Cuando salió de prisión, dejó de firmar a los pocos meses y después era buscado por la PDI por varias causas de robo con intimidación y asalto a mano armada y por supuesto, por haber quebrantado la condena inicial.
Mi otro buen amigo, era el flaco Pedro, terriblemente buena onda, hicimos varias caminatas juntos, compartimos varias tardes de tertulias acompañados de unos buenos porros “chilombianos”, así era su nombre, porque era marihuana de semilla colombiana producida en Chile, era tremendamente buena la cochinada esa, bastaba solo una fumada, para quedar con la mente distorsionada y hablando puras wevadas.
El grupo lo constituía, el flaco Pedro, el Polo, el Gochefo, el flaco Pablo, el Marcos, el cabezón Lalo, el Chatarra y varios otros más. El más temido de todos era “El Crespo”, ese era yo, pero la verdad que solo es un chiste, yo solamente era un aprendiz de punga, de pato malo o de “Vi’o” que bien pronunciado era “Vivo” pero que era la palabra que lo juntaba todo. Sí, yo quería ser el mejor “Vi´o” que existiera, quería ser el ladrón con más corazón, también quería ser el más choro y respetado en el ambiente. Bueno, debo reconocer que no me alcanzó para eso, aunque al final, creo que algo logré conseguir, no puedo decir que “el más” pero una parte de eso sin duda se logró.
Pese a ser un aprendiz, aunque mis amigos sabían que yo era de otra crianza, todos ellos me acogieron con amistad y sin discriminar, y uso la palabra discriminar porque para ellos cualquier persona que no fuera “Vi´o”, era “longi” que era diametralmente lo opuesto, es decir, weón, tonto, azopao, agilao, amermelao, y otros términos afines para el caso.