Sr. Director:
Interesante la entrevista al actual Presidente de la SECH. Sin embargo, de la totalidad de lo expresado, me confirma lo que muchas veces he dicho: La SECH es, ante todo, una entidad política, dirigida por escritores, claro está, pero de marcada tendencia partidista. Esto ha permitido que no sea un ente de cohesión cultural y que por ella hayan desfilado escritores que, por sobre razones artísticas, han hecho primar el color del partido político. Ejemplos hay muchos, pero siempre me ha llamado la atención la prontitud con que se refieren a los acontecimientos políticos que marcan el día a día en el mundo, donde, por supuesto, hay una clara tendencia ideológica y no cultural que predomina.
El Presidente habló de Gaza, de la economía global, del consumismo, etc. Le faltó la inevitable mirada a Busch…Y muy poco de lo que le interesa a un escritor.
Están igual que la Iglesia Católica que abandona su real rol espiritual para caer en la tentación de opinar sobre lo que no debe. La SECH, por otra parte, es excluyente con los escritores que nos están inscritos. Se los hace saber: usted no es socio. Debiera bastar un libro publicado para automáticamente pertenecer a ella, como aquello de la inscripción automática y el voto voluntario.
A la luz de una parte de lo expuesto, no debe sorprender que la SECH haya caído en un vacío y no tenga el papel preponderante que alguna vez tuvo en el pasado. Es por ello que hoy no suena ni truena. Y no lo va a hacer hasta que lleguen a su directiva personas alejadas de la política contingente y que solamente intenten trabajar por el escritor en todas sus facetas. Como esto ultimo es imposible (siguen los mismos), la SECH continuará en la oscuridad, sin presencia vital para los escritores.
Jorge Arturo Flores
Escritor
