Tercer Lugar

 

Tiempo de olvido


Salí de casa pensando que era verano pero a las dos cuadras me envolvió un frío intolerable. ¿Estaba en el sur de Chile, o en Europa, o en Alejandría? Me refugié debajo de una cornisa que asomaba de un edificio añoso y sopesé mis alternativas: podía volver por mi impermeable, o bien correr hasta la estación del Metro. Opté por lo segundo. Al enfrentar la escalera de la estación Santa Lucía, sentí una mano sobre mi hombro y una voz que me decía: “Abuelo, ¡otra vez desnudo y con este frío! Venga conmigo a casa, se lo pido por favor.”

Jorge Biggs

 

Escritores.cl 2005