Mira, te lo digo, la cosa es mas simple de lo que parece,
el asunto puntual nos lleva de plano al resultado de tu
infidelidad, que aunque tu quieras hacer creer que es mi
culpa, no veo de que manera puedo tener algo que ver en
el hecho que de un día para otro amanecieras en otra
cama, en otros brazos.
Ahora, tú sabes que a pesar de todo y sólo
para que estés más tranquilo, puedo aceptar
tener algo de culpa en eso, pero jamás cargaré
con la culpa de la muerte de esa mujer, aunque en algún
momento la odie y quizás hasta lo pensé y
lo fragüe en las noches en que sin querer pasaba la
línea imaginaria hacia tu lado de la cama, y me encontraba
con las sábanas frías. El asunto es simple,
tu eres el asesino, sin querer fuiste problema y solución,
viste de no haberla mirado en la fiesta esa, estarías
ahora junto a mi tomándote un Tom Collins y no allí
,bajo tierra donde te puso su marido.
Laura Quintana G.
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