Rutina Llegó. Arrojó su sombrero sobre el sillón. Esa era su rutina diaria. El día que no lo hizo, comprendió su inutilidad ... y quemó el sombrero. Ahora arroja su bufanda. Verónica Maldonado Carrasco
Llegó. Arrojó su sombrero sobre el sillón. Esa era su rutina diaria. El día que no lo hizo, comprendió su inutilidad ... y quemó el sombrero. Ahora arroja su bufanda.
Verónica Maldonado Carrasco