Entre una
pierna y otra pierna habrá una madeja negra y en medio de ella
brotará una fuente de agua y más abajo habrá
una cueva que indica el camino a los infiernos. El vientre será
combado y húmedo. Saliendo de la enmarañada selva de
cantos rodados y de algas, aplastando batracios y apartando serpientes
encontraremos la depresión del Ombligo y luego de muchas lunas
veremos las montañas, de las que brotan sendos chorros de leche.
Pero nunca podremos alcanzarlas ni menos volver atrás.