Entre reproches y sonrisas: la mujer chilena

 

 

Por Adriana Lassel


Elizabeth Subercaseaux es una autora chilena de cercanas raíces europeas. Su madre, Gerda Sommerhoff, artista plástica, nació en Alemania y era descendiente del compositor alemán Robert Schumann.
Elizabeth Subercaseaux ( nos referiremos a ella con las letras E.S.) vivió unos años en España con su primer marido, donde comenzó su carrera de periodista. Regresó a Chile en 1974, a los veintinueve años y con tres hijos ; pasó luego a desempeñarse como profesora en la Escuela de Periodismo y como periodista. Actualmente vive en Estados Unidos, casada con el profesor de Literatura Hispanoamericana y crítico literario Johnn J. Hassett. De vasta actividad periodística, E.S. ha escrito novelas y crónicas donde se destaca su análisis de la sociedad chilena y su sentido del humor.
En 1995, la editorial Planeta publicó en Santiago « Las diez cosas que una mujer en Chile no debe hacer jamás ». En la portada aparece una reproducción del cuadro de Botero « Los Amantes ». Hemos querido recordar este libro que, como los otros de E.S. tuvo gran éxito en Chile y donde, con humor, nos entrega una de sus preocupaciones : el papel de la mujer en la sociedad chilena.
Ahorraremos la enumeración de esas diez cosas que no hay que hacer, para sintetizar, señalando algunos temas : el amante, la mujer sola, la mujer de edad, la mujer política, la mujer frente al hombre machista o frente al fanático. El conjunto resulta una crónica de las relaciones hombre-mujer en la sociedad chilena. A ésta, E.S. la trata duramente : « A la hora de enfrentar la modernidad, a la hora de discutir los grandes temas de una sociedad moderna, la igualdad, la justicia y la verdad, esta sociedad se estancó, se metió dentro de una cárcel tras cuyos barrotes se esconde un tremendo temor a la libertad ».

¿Por qué un libro con tales características tuvo tanto éxito de ventas ?
La respuesta está, desde luego, en el tratamiento literario del lenguaje y en la estructura, pero también en el uso del humor y, en relación al contenido, en el acierto con que se tratan algunos personajes nacionales como el amante demócrata-cristiano o la mujer política.
Empezando por el modo narrativo, anotamos la presencia del narrador autorial. El carácter científico o simplemente grave de todos los estudios sobre la situación femenina es reemplazado en este libro por una comunicación directa entre el autor-narrador,con su propia carga subjetiva y existencial, y un narratario al que se le ofrecen hechos y anécdotas basados en la vida de su propia sociedad. Los hechos son presentados por medio de una estructura flexible, que pasa del discurso narrativo con la presentación del asunto, a cuadros coloquiales o a cortos textos descriptivos.

Al servicio de este narrador autorial encontramos el uso del humor que va a favorecer necesariamente la recepción del contenido, convirtiendo a éste en un entretenimiento agradable de leer. La imagen propia que ese contenido refleja no resulta chocante al lector varón ; su machismo está casi bien tratado. La lectora se recreará en la lectura de muchas cosas que ya conoce. Digamos, de paso, que se trata aquí de reflejar una capa de la sociedad chilena : la clase media y acomodada y la prueba es que de todas las situaciones mencionadas no aparecen las propias de una mujer socio económicamente inferior : la desigualdad laboral, la violencia física conyugal ( aunque la violencia conyugal se da en todas las clases),o la carga excesiva de trabajo y responsabilidades .
El humor, pues, favorece lo que podríamos llamar un primer nivel del discurso narrativo. Se manifiesta en el lenguaje de los cortos cuadros descriptivos ; en las expresiones populares : « se le pasó el tejo », « echar una canita al aire » ; en un estilo metafórico y ligero ; en el tono del lenguaje coloquial, que junto a elementos típicos del habla en Chile ( los apelativos « gordo », « gorda » entre marido y mujer, el uso afectivo del pronombre « usted », etc) dan un cuadro real, cómico en su realística descripción : « Así somos, realmente » se dirá el lector chileno, sonriendo.
En cuanto al contenido, los diez variados y cortos capítulos resultan un muestrario de tipos masculinos y femeninos. Como el centro del problema son las relaciones marido/mujer, el personaje de marca con que empieza el primer capítulo será el del amante. Y con esto anotamos una diferencia de talla con los discursos feministas de instituciones o asociaciones.

El sexo, ya sea en sus acepciones de amor o de diferencias orgánicas, e ilustrado en la portada por el óleo Los Amantes de Botero, gravitará constantemente en torno a los personajes.
En un estrato más profundo, las situaciones narrativas, expuestas con humor, conllevan una reflexión seria y, a veces, hasta grave. Es el caso, por ejemplo de lo que dice acerca de la mujer mayor. E.S. se refiere a la mujer de cincuenta años así : « La primera bancarrota vital de la mujer chilena se produce, más o menos, a esa edad. A los cincuenta el mundo se convierte en un lugar peligroso, la mujer no sabe donde ubicarse. Un lugar donde ella cabe, pero de manera distinta. Tiene la extraña sensación de ser indispensable para algunas cosas, pero está sobrando para otras ». De la misma manera lo dicen las mujeres viejas, en un reportaje que E. S. realizó para la revista « Marea Alta », en 1992. « No nos miran como personas con las aspiraciones de cualquier edad de la vida », dice Antonia, poeta y ceramista de Ñuñoa.

« Enamorarse a los cincuenta en Chile, no es visto como algo normal, ni mucho menos-dirá E.S.- A esa edad, y para algunas cosas, una mujer está a medio jubilar saltando, pero para el amor y para el sexo se la supone jubilada del todo. Tranquilizada : esa es la palabra. « Cuando tuve una pareja luego de que enviudé- dirá una entrevistada de Marea Alta- había en mi familia una especie de burla solapada. « ¿ Vas a traer al viejo ? », me decían mis hijos, cuando me invitaban a alguna reunión »
Similitud, pues en la apreciación. Podríamos continuar buscando paralelos entre lo afirmado por la escritora y lo que dicen las mujeres en la realidad (Como una mujer política que dice en « Marea Alta » : « Hay que tomar en cuenta que el mundo político es la esencia del patriarcado, porque es más directo relacionado con el poder ».)

En conclusión, ¿Por qué este libro fue un éxito de ventas ?, ¿ Por el espejo que la autora pone a la sociedad chilena ?, ¿Por el tema del amante, tan bien expuesto, con sus terribles sentimientos de culpa, sus citas programadas en días fijos de la semana en el departamento que arrendó con el amigo para tal efecto ? ¿ O simplemente por el tono ligero y humorístico para tratar cosas serias ?
Como sea, el valor del aporte literario de E.S.al tema del feminismo, da a este material una espontaneidad que frente al discurso sociológico, ciertamente más riguroso y exacto, resulta más ameno y menos abstracto. Un segundo valor de esta obra es que, a pesar de la exposición fuertemente local del tema, puede ser apreciado fácilmente fuera de las fronteras nacionales y –como sucede con las recetas culinarias- aún, en cada país, le pueden agregar un condimento, según sus propias características.

 
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