Bernardita Moena: Entre la historia y la ficción sentimental

 

Por Adriana Lassel

 

Sabemos que la clasificación estricta de la novela contemporánea en géneros literarios no corresponde a la realidad de la escritura novelesca. Las clasificaciones resultan siempre cómodas para exponer las principales características de un conjunto de obras, pero en la realidad, elementos de un subgénero pueden aparecer en otro subgénero y esto es lo que sucede generalmente.

Es el caso de la novela de Bernardita MoenaUna historia de amor en el Chile de 1890 en la que encontramos un fondo histórico sirviendo de marco a una historia romántica. La escritora Bernardita Moena, santiaguina y doctora dentista de profesión tuvo siempre en su vida una inclinación por la poesía y la escritura. Esto la llevó a escribir Poemas de una vida, la novela El Jardín de mi niñez y la novela citada anteriormente sobre el Chile de 1890.

Publicada en una bonita edición en papel por EditorialEscritores.cl en 2015, la novela ya había aparecido por capítulos en las publicaciones en Internet de “El Club de Escritores” que constituía una actividad paralela al Portal de Literatura Chilena. Esta escritura por entregas, que fue seguida con entusiasmo por numerosos lectores, explica la voluntad de la autora de dar un suspenso a la acción al final de cada capítulo y quizás también explica algunos errores formales de lenguaje.

La acción se desarrolla en torno a dos familias aristocráticas del Santiago de finales del siglo XlX, la de don Alamiro Cienfuegos y la de don Alfredo Irarrázaval.Ambas familias, emparentadas entre ellas, tienen una posición completamente diferente frente al conflicto Presidente Balmaceda versus Congreso. Don Alamiro es parlamentario, de ideas conservadoras y autoritarias. Don Alfredo es balmacedista, al igual que sus hijos Alfredo y Remedios y tiene ideas liberales y progresistas.

El personaje principal es una hermosa joven llena de virtudes, Dolores Cienfuegos Sanfuentes, que llega a Santiago desde provincia a vivir en casa de su tío don Alamiro, hermano de su padre. Pronto aparecen los sentimientos amorosos por la joven de los primos, José, hijo de don Alamiro y Alfredo, hijo de don Alfredo Irarrázaval. La intriga sentimental se desarrolla en un país que se dividía cada vez más en bandos opuestos y que terminará enfrentándose a una guerra civil. La novela describe el ambiente difícil que reinaba en el país y la peligrosidad de la vida a causa del desorden en una situación de guerra.

La autora, al ubicar su ficción sentimental en un tiempo histórico determinado lleva acabo una recuperación literaria de un episodio importante y dramático de nuestro pasado. Se lee con agrado la reconstrucción del ambiente de la época, no sólo en las referencias a los acontecimientos históricos sino también en la pintura de la mentalidad de la época, de la estructura familiar y la posición inferior de la mujer. Destacamos también el uso de un lenguaje típicamente chileno, ya sea en el diálogo popular que aparece en el habla de los servidores domésticos, o en la sintaxis narrativa. La autora acierta al recrear un Chile tan lejano, un Chile de velas y coches con caballos, que nos da la medida del cambio acelerado de nuestra época: en un poco más de un siglo hemos pasado de la vela al dominio de la tecnología electrónica y la revolución numérica y del caballo a los diferentes medios de transporte que, además de la ventaja, significan también fuente de estrés y muerte.

Pero no estamos frente a una novela histórica porque el núcleo novelesco no es la representación directa de los acontecimientos políticos y bélicos de 1890/91 y porque los protagonistas no son las figuras claves de este período, empezando por el propio Balmaceda.

En realidad, esta novela como lo indica su nombre, centra su conflicto en una historia de amor y como tal se inscribe perfectamente en el subgénero de ‘novela de romance’, nombre propuesto por Guillermo Cabrera Infante a esta categoría literaria, llamada también ‘novela rosa’ o ‘novela romántica’.

El momento histórico de Chile descrito en la novela y las características de la sociedad de entonces, conservadora y muy religiosa (católica) permite la presentación de personajes que responden a los estereotipos de protagonistas de la novela rosa: el femenino, Dolores, virgen e inexperta en asuntos de amor y el masculino, José, machista y posesivo aunque el amor dulcifica su carácter. Alfredo, el otro primo, es el caballero galante y generoso.

Según las normas de este tipo de novela el final es optimista, feliz, excepto la muerte del Presidente Balmaceda. La narración, escrita en tercera persona, deja paso a veces a una intervención de la autora para aclarar un hecho o explicar un referente histórico. Esta actitud es más bien pedagógica y la admiración de Bernardita Moena por Balmaceda la lleva a terminar su novela con la transcripción de la carta que el 18 de septiembre de 1891 Manuel Balmaceda escribió a su madre antes de darse la muerte.

Quizás sea necesario anotar que la ‘novela rosa’ es un género novelesco practicado por numerosos autores en otros países, como estados Unidos, Canadá y España; que cuenta con millones de lectores-¡aún en nuestros tiempos!- y que alcanza una importante cifra de ventas. Existe incluso una Asociación de Autores Románticos de España.

 

 
Leer libro digital
Hasta que la muerte nos separe (novela breve)
Ernesto Langer

El matrimonio es una relación sujeta a los vaivenes de la fortuna.
Gastón busca renovarse y cambiar de vida, lanzándose a la aventura.
Teresa hace algo distinto y se encuentra con lo inesperado.
Una historia breve y profunda, 65 páginas de plena actualidad relatando la vida de una pareja.
Leer libro

Clic para leer

 

 

 

© Escritores.cl - Todos los derechos reservados 2019
editorial@escritores.cl