Víctor
Bórquez Núñez nació en Antofagasta, Segunda Región, Chile, en 1960.
Se tituló de Periodista en la Universidad del Norte y desde 1983 comparte
la docencia con el periodismo, especializándose como comentarista
de cine en la prensa, radio y TV de su ciudad. Es académico de la
Universidad de Antofagasta y Católica del Norte; comentarista de cine
del diario “El Mercurio de Antofagasta” y columnista de diversas revistas
virtuales a nivel nacional e internacional.
1-
¿Qué es para usted la literatura?
R.- Es un oficio, un placer y un trabajo incesante
que cada escritor debe asumir como un mandato. No debe constituir
un ejercicio de vanidad ni de competencia por premios efímeros –que
si llegan estimulan, pero no es el fin en sí mismo- sino, ante todo,
un acto mediante el cual el creador debe ser capaz de reflejar su
mundo, sus ansiedades, sus inquietudes, contribuyendo de este modo
a ir articulando un discurso maravilloso con ese ser denominado lector.
2-¿Cuál
es su opinión de la literatura chilena actual?
R.- Hay de todo, desde creadores notables hasta empedernidos
miembros de la mal denominada élite intelectual que hace rato se vienen
mirando el ombligo. Lo importante es que nuestra literatura escarba
y se empeña, cada día más, en abrir nuevos senderos, nuevos caminos
de expresión y se está renovando. Es cierto que no todo lo que se
publica es literatura, pero está en un buen pié, lo que no está bien
son los canales para descubrir y apoyar a los escritores sin recursos
que (me incluyo) debemos hacer esfuerzos impensables para seguir creando
con porfía en espera del reconocimiento de los lectores.
3-
¿Cuál es su relación con sus compañeros de generación?
R.- No tengo ninguna relación con compañeros de generación
por dos razones: cuando empecé a escribir y publicar fue en plena
dictadura en Antofagasta, en los años ochenta, donde yo fui el único
que emergió tras la debacle de las viejas figuras y de ahí en adelante
seguí haciendo una actividad literaria prácticamente en solitario.
Los que llegaron después, a mediados de los 90, eran jóvenes y por
lo tanto no hubo una relación estrecha, salvo la propia que se genera
en encuentros o actividades de esta naturaleza.
4-¿Cuál
es el poeta y el narrador vivo más importante actualmente en Chile?
R.- Me sigue gustando la poesía de Delia Domínguez:
limpia, pura, sencilla y llena de hallazgos maravillosos. Hay que
redescubrirla y valorarla antes de que sea tarde. Los narradores más
importantes en mi opinión son Gonzalo Contreras, Ramón Díaz Eterovic
y Damiela Eltit, cada uno en estilos y propuestas completamente alejados
el uno del otro, pero interesantes en el establecimiento de una manera
de narrar.
5-
¿Qué opina de la nueva institucionalidad cultural?
R.- Sigue siendo débil y precaria. Cuando se acabe
el impuesto al libro –vergüenza nacional- y se generen auténtica apertura
para la creación, la distribución y el apoyo sin tener que mendigar
en concursos o fondos, será una auténtica ‘nueva’ institucionalidad
cultural. Hasta ahora, no veo cambio significativo en pro de la cultura.
6-
¿Tiene planes para publicar próximamente?
R.- Acabo de publicar mi duodécimo libro –novela
breve ‘Es extraño lo que hace el amor’ (escritores.cl, 2015) y estoy
preparando una antología con mis mejores cuentos que espero publicar
en 2017.
7-¿Cuáles
son sus tres principales virtudes?
R.- La porfía para seguir adelante a pesar de la
ausencia de apoyo, la coherencia con mis temas y preocupaciones estéticas
y el que no me haya jamás creído el cuento de que el escritor debe
parecer escritor, vestirse como tal y asumir un estereotipo que, a
estas alturas, es decadente.
8-
¿Cuáles son sus tres principales defectos?
R.- La cobardía por no haber dejado la provincia
a tiempo, el desánimo cuando veo que a pesar de todo lo publicado
y los premios obtenidos sigo siendo un desconocido (salvo por los
auténticos investigadores literarios) y el que siga pensando que los
fondos concursables están hechos como traje a la medida para los mismos
de siempre.
9-
¿La crítica literaria existe en Chile?
R.- Pienso que no, que con la desaparición de los
grandes críticos se ha extinguido uno de los oficios más interesantes
y necesarios. Esto se agrava por la falta de espacios en los medios
para la auténtica reflexión y no solamente una columna de reseña.
Los pocos que quedan por allí pecan de superficialidad o de un lenguaje
tan rebuscado y alambicado que más que atraer a los lectores, los
espantan.
*
Por su trayectoria literaria y cultural Víctor Bórquez fue galardonado
con el Premio Quijote que entrega la Corporación Cultural ‘Mario Bahamonde’,
en 2004, mientras que en 2005 recibió el Premio por Aporte al Desarrollo
Audiovisual de la Segunda Región, distinción entregada por los organizadores
del Festival Internacional de Cine de Antofagasta. En 2007, en el
marco del Día Nacional del Cine, fue reconocido por su Aporte a la
Difusión del Séptimo Arte, distinción entregada por el Consejo Regional
de la Cultura y las Artes y el Polo de Audiovisualistas de la Segunda
Región.
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