TODOS ESTOS LARGOS AÑOS

Estos 23 años sirven para hacer un recuento del camino recorrido. Cuando la Internet apenas comenzaba en Chile se me ocurrió la idea de crear escritores.cl y junto a otros escritores dimos el puntapié inicial al proyecto.

Pasado no mucho tiempo me di cuenta de que no iba a ser muy fácil su financiamiento porque el Consejo del Libro y la Lectura se negó, reiteradas veces, a apoyarnos. Fue algo brutal porque gente de todo el mundo les enviaba correos pidiéndoles que nos apoyaran, pero no hubo caso. Ellos se negaron. No tenían presupuesto para proyectos como el nuestro, nos dijeron.

Así que muy pronto comenzaron los problemas de dinero y el riesgo de no poder seguir adelante.

Aquí quiero agradecer a aquellos amigos escritores que no estuvieron de acuerdo con que aquello pasara. Recuerdo los nombres de quienes que pusieron su mano en el corazón y en el bolsillo y decidieron apoyarme: Estela Socias, Karen Muller, Roberto Rivera, Juan Antonio Massone, Jorge Flores y otros.

Así, con mi peculio personal y el aporte voluntario de estos entusiastas escritores y escritoras logramos que el proyecto no se fuera a pique y continuara.

Quiero decir que si esto hubiese dependido del apoyo de los fondos culturales del Estado, escritores.cl hace mucho tiempo habría dejado de existir.
Porque el Consejo del Libro y la Lectura prefirió entregarle su dinero a proyectos que a poco andar dejaron de funcionar y no apoyaron a proyectos como el nuestro que sí han florecido y aportado permaneciendo en el tiempo.

¿Consideraciones políticas, preferencias ideológicas, antipatías personales? Quién sabe.

Con el correr del tiempo y gracias al trabajo realizado, la UNESCO decidió premiarnos otorgándonos su patrocinio, que no consistía en apoyarnos financieramente, pero si en darnos su respaldo muy importante que fue vital para nuestra existencia.

Y seguimos por años y años abriendo nuestra ventana a la literatura chilena promoviendo la creatividad y a los autores nacionales.

En el camino nos pasaron muchas cosas. Nos hackearon los peruanos, nos destacaron en la prensa nacional como uno de los mejores sitios web de ese entonces, nos invitaron a la televisión, aparecimos destacados en estudios de universidades extranjeras, y nos ganamos el cariño y el respeto de más y más lectores que nos escribían fascinados con nuestra actividad literaria.

También nos plagiaron, y todo esto bajo la anuencia del Consejo del Libro y la Lectura que premió un proyecto de buscador cultural que usaba como contenido nuestro material publicado.

Por supuesto que reclamamos, apoyados esta vez por la Sech, quien citó a reunión al secretario del Consejo del Libro en ese entonces para aclarar el asunto.

Pero no ocurrió nada, El Consejo hizo caso omiso de nuestro reclamo y volvió a darnos la espalda, permitiendo el plagio, financiándolo.

A estas alturas estaba más claro que no éramos ni seríamos nunca harina de su costal y eso ha tenido y tiene sus consecuencias.

Por ese tiempo, un poco desesperado con la situación y la falta de recursos, me acuerdo que en una emotiva e impensada decisión borré los archivos del portal para hacerlo desaparecer del mapa. Tanta era la impotencia. Pero aquello duró poco y al otro día repuse los archivos restaurándolos para seguir adelante.

Habría mucho más que contar, como la creación del Club literario online que tuvo una duración de casi 10 años y donde participaban escritores radicados en diversas partes del mundo. Fue a este grupo que se le ocurrió que hiciéramos una antología en papel, las que con el tiempo llegarían a ser 10 volúmenes y se convertirían en el inicio de nuestra editorial de escritores, una actividad que nos ha ayudado a seguir adelante habiendo publicado a más de 100 autores a la fecha.

Así son las cosas, este mes cumplimos 23 años de existencia en una aventura siempre desafiante. El dinero sigue sin ser suficiente pero el corazón y la pasión son muy grandes. Aunque no sé hasta cuándo porque nos vamos poniendo viejos y flaquean las fuerzas.

En todo caso estoy seguro que he entregado lo mejor de mí mismo junto a todos aquellos que me han acompañado y apoyado. Y doy las gracias a mi familia sobre todo que han debido privarse de tantas cosas por acompañarme en esta aventura literaria.

Lo importante es que gracias a nuestras páginas de escritores.cl se puede obtener una pequeña visión histórica de lo que ha sido nuestra literatura chilena en estas dos últimas décadas, y en Internet. Transcurso en donde, como les he contado, ángeles y demonios han estado siempre presentes.

Ernesto Langer Moreno
Editor
www.escritores.cl/elanger