Día de Encuentros (Cuento)

 

 

Por Adriana Arriagada de Lassel*

Hacia las seis de la tarde nos levantamos de la mesa del restaurante, Jacques bebió de pié el último sorbo de su café y salimos al aire frío de ese día primaveral de Paris. Alto, con una mirada que parecía escrutar el horizonte, caminaba callado dejando que Catalina y yo nos dedicáramos a ocupar, alegres y parlanchinas, las horas que nos quedaban de ese día de salida en común.

Entre nosotras, también callada, iba Canèlle, descubriendo el mundo desde sus trece años mientras que Catalina y yo revolvíamos nuestra memoria para encontrar el nombre o la imagen de amigos y colegas perdidos de vista, cuyas siluetas se desvanecen en un pasado reciente y ya lejano. Se acostumbra uno al mundo presente, con una lengua y una ciudad que no pertenecen a tu infancia, pero basta encontrar a una amiga que la ves todavía tan bonita como era en sus veintitantos años, cuando la conociste, y resurgen todas las personas de entonces, y las calles que juntas recorrimos y los bailes donde los hombres eran todavía una insospechada sorpresa. ¿Te acuerdas de Hernán, el de los ojos verdes de quien yo estaba enamorada?, ríe Catalina y yo río también, aunque no me acuerdo de Hernán.

En esos momentos Jacques se detiene y nos espera: «  ¿Y qué?, ¿quedan todavíapersonas sin responder a la llamada? » No es un reproche y Catalina lo sabe, ella que conoce su paciencia y su bondad.  « Jacques!-le dice, regalona- es que tenemos tantos recuerdos comunes ! ». Y seguimos caminando a orillas del río Sena, por una ancha y arbolada avenida, dejándonos guiar por Jacques quien conoce el camino más directo para llegar a la estación del Metro, por donde pasa también el tren de cercanías que debemos tomar, el RER A.

Catalina, percatándose del silencio de su ahijada busca enseguida conversar con ella y le pregunta si le gustó nuestra visita a la exposición de los pintores impresionistas. Canèlle, a quien le despertaron la palabra, comienza a citar a Pissarro y a Monet, recordando, incluso, cuando el otro día descubrió a Matisse.i Juventud, divino tesoro ! A su edad yo leía todavía El Peneca.

Media hora después estamos instalados en el tren. Catalina, Canèlle y yo en la misma corrida de asientosyun poco más adelante, en la fila del frente, queda Jacques.

El tren corre por el oscuro camino del túnel. Catalina sonríe y me dice, señalando a su marido « Ya empezó a conversar con el primer desconocido que encuentra ». Miro hacia Jacques y veo que, levantando el diario que había comprado hacía poco, le muestra con el dedo a su interlocutor un título o una palabra. El otro, que nos da la espalda, hace el mismo gesto con su diario. Se diría que ambos hombres están citando la misma noticia.

Catalina habla con Canèlle de unas compras para el colegio que deben hacer al día siguiente, pero ella no deja de observar la animada charla de los dos hombres. En un momento, contra su habitual discreción, él dice a su mujer desde su asiento: « ¡es también de Combourg! ¿Te das

cuenta? » Ella asiente con la cabeza y me mira « cuando se encuentran dos paisanos, ya sabes lo que pasa. Combourg es la ciudad donde él nació ».

El tren sale a la superficie y corremos ahora entre el verdor, todavía urbano, de los alrededores de Paris.Parábamos en Nanterre Prefecture cuando vimos a los dos hombres, que al parecer seguían coincidiendo en lo que hablaban, saludarse sonoramente con la mano derecha abierta.Esta vez, Catalina y Canèlle observan calladas la insólita y exuberante actitudde Jacques. El tren va saliendo de la estación Nanterre Université cuando lo vemos ponerse serio, grave. Ahora es el otro que habla. En el rostro de nuestro amigo se pinta una suave melancolía, sus ojos casi se cierran y luego observa al otro con una extraña ternura. Yo debo bajar en la estación siguiente, a siete minutos más y presiento que me voy a perder algo grande. De pronto, lo inesperado: los dos hombres se ponen de pie y se abrazan.

Un segundo después, un Jacques de ojos húmedos se acerca a su mujer: « Es mi hermano Jean ». Catalina murmura, toda desconcertada « no sabía que tenías un hermano ». Yo debo levantarme. Nadie hace caso de mí. Como puedo le digo a Catalina, « te llamaré, hasta pronto » y me acerco a la puerta de salida al tiempo que el tren va llegando a mi destino.

Paris 2015


*  La escritura y la enseñanza han llevado a Adriana Arriagada de Lassel a radicarse en varios países, como Cuba, China, Francia y Argelia. En 1967 se instaló en Argelia y desde entonces ha regresado regularmente a Chile, para encontrar a su familia y visitar su país. Alternando la escritura creativa con la investigación literaria, se ha dedicado durantes años al estudio de Cervantes en relación con el mundo musulmán y también al estudio de los Moriscos. Estos temas la han llevado a participar en coloquios en países como España, México, Israel, Túnez, y también Argelia. Es autora de cuentos, novelas y ensayos. En 2012 publicó en Argel, en versión original (español) y en traducción al francés, su libro llamado « Cinco años con Cervantes », que será también presentado en el Centro de Cultura Argelina, (Centre de Culture Algerien) de Paris. Actualmente, la autora alterna su residencia entre Argel y Paris, ciudad donde viven sus hijos.

Algunas de sus obras:

Le Sang, L'Ame et l'Espoir. Edition ENAP, Argel l985. Le Pavillon de l'Oiseau Jaune. Edition La Pensée Universelle.Paris, l985. El Pabellón de la Grulla Amarilla. Edición Rumbos.Santiago de Chile, l987. La Ville Perdue. Edición ENAP.Argel, l988 Cambio y permanencia en Szmulewicz. Ensayo. Edición Rumbos, Santiago de Chile, l99O. Images d'Amerique. Estudio.Edition ENAP, Argel, l994. Cuentos publicados en diarios y revistas de Chile, Argelia y Francia. Lucas el morisco o el destino de un manuscrito encontrado", novela. Ediciones Azacanes, Toledo,Espana. 2005 Lucas le morisque ou le destin d'un manuscrit retrouvé. Editions du Tell. Blida, Argelia. 2005 Participación en la Cuarta Antología "Voces Online", de escritores.cl con los cuentos: "¿Fui alguna vez Elvira Aguirre?" El regreso de Elias Carbeyra". Santiago de Chile, enero 2007 Le monde a vol d'oiseau.Nouvelles Thala Editions, Argel 2009 Un Parfum de Vie, novela Thala Editions, Argel 2010 Cinco años con Cervantes Ed Rafar, patrocinado por el Instituto Cervantes de Argel Argel, 2012 .

 
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