Documento sin título
Eduardo Embry
Eduardo Embry nació en Valparaíso; Estudios sobre la censura poética en Madrid, durante los sesenta , y sobre Cuadernos de Ágora (1956-1964), que dirigía la poetisa Concha Lagos, junto a Medardo Fraile y José Hierro, con quienes Eduardo Embry cultivó una estrecha relación en el campo de la poesía y la amistad. Ha publicado un manuscrito satírico del siglo XVIII, ‘Descripción de las grandezas de la ciudad de Santiago de Chile...’, Consiglio Nazionale delle Ricerche Bulzoni Editore, Roma, 1994. Durante su estancia en Sucre, Venezuela: 'Historia del periodismo en Cumaná (Venezuela) de 1825- 30’, y ‘Andrés Bello y el periodismo de 1825’. Ha publicado en importantes revistas europeas: London Magazine, selección del poeta inglés Alan Ross; Index on Censorship; Revista Urogallo, y Atlántica, Cádiz, España; Cultura Nacional; Casa de las Américas; Anales de Gotemburgo; ROCINANTE, Santiago, Chile. Fueuno de los invitados especiales del 6to. Festival Internacional de Poesía, Caracas, junio y julio, 2009; en esta ocasión Eduardo Embry presentó su nuevo libro “Por Enxeinplo, colección de poesía”, en el prestigioso sello de Monte Ávila Ediciones, Altazor,Escritores latinoamericanos.
Selección de Poemas de Eduardo Embry
COMO MOISES MIRANDO A VALPARAISO DESDE LO ALTO
Entonces, subí a la cima
más alta de estos cerros,
y consolándome, más como poeta
que corredor de propiedades,
me dije:
“He ahí la tierra que Dios
nos ha dado”.
Abajo y en la lontananza
se ven montes, llanos,
la extensa, delgada franja de tierra
con sus manchas
de verde intenso, sus claros y oscuros,
toda la mar se ve,
árboles con frutos rojos,
blancos y azules,
jovencitas y jovencitos rubios como el trigo,
para escoger, todo a la mano.
Después que murió Moisés,
esa visión dada desde arriba
puede que desaparezca y aparezca,
(como típica página del cielo)
pero no los avisos de sus enemigos:
“He ahí la tierra
sólo para ver
y no tocar”.
CERRO CORDILLERA SE LEVANTA EN MEDIO DE UN GRAN INCENDIO
El cerro Cordillera, un punto en el mapa
entre los montes más altos del mundo,
se ha levantado por encima de la cabeza de todos,
“allá viene volando”, puedo ver el hueco en la tierra
que dejan sus raíces al levantarse,
miren cómo va enharinando los tejados vecinos,
ahí viene tirando trastos, cacerolas,
escaleras sin piernas,
como en un salón de magia,
están cayendo también bicicletas viejas,
baratijas preciosas, como clavos y ganchos
oxidados de sostenes que caen
en las calles, que el agua de las lluvias arrastran,
y mientras este peñasco vuela, las copas
de la celebración
sobre las mesas se equilibran,
ay, cuidado con la cabeza,
vamos a pasar por debajo de un puente,
felices nosotros ya hemos pasado;
desde Quillota para estos lados, mi tía, que
lo ve todo encerrada en un asilo, se persigna,
se oye que dice “es maldición del cielo
dejar que los montes vuelen como pájaros”,
miro hacia atrás; ay, mejor no haberlo mirado,
- para expurgar al malo/ que está en todas las cosas,
para corretear a los gatos – dice que la gente
pone polvo de azufre en las puertas,
y cuando pasa el nazareno que lo llevan en andas,
para despercudir
caritas embetunadas, unos pobres diablos que lo siguen
se dan golpes
de látigos en sus nalgas.
HOI E VISTO UNA FOTOGRAFÍA DEL MIO CID CAMPEADOR DE RODILLAS
Hoi
e
visto
una fotografía
del Mío Cid Campeador de rodilla, ay qué miedo,
¿cómo es que este aerolito ha venido
a caer a estas tierras?
su barba a su pecho pegada
humildísimo de rodilla rogando
tras suyo
cientos de aquesta compaña,
tras el monje
que celebra fazaña,
otros cientos i cientos,
tras de aquesta –sobre los torreones –
trezientas lanzas
que todas llevan pendones,
y tras el monje que lleva
los aceites – en fotografías lo he visto -
el ome rico que abre i cierra;
abre y vuelve a cerrar sua caxa de ajenos caudales.
CANTIGA DE PREGUNTAS
¿Qué es lo que hace al torpe
genial y bueno?
¿qué es
lo que da a Vicente
el don
de volar sin tener alas?
oh mis obispos, muchos sabios y doctores,
díganme ¿quiénes son aquellos,
verdades de su siglo?
noticias, noticias traigo,
este enano, que poco a poco
con sus mentiritas se hace humo,
buscando una respuesta
se marcha a Roma,
en el camino
se va comiendo el cielo.
ENXEIMPLO DEL MANUSCRITO QUE CON EL AGUA SE BORRA
Este es un manuscrito que con
el agua pura de la memoria,
día a día, se está borrando;
en archivos medio borrosos
me lo encontré, aunque no era
una tortilla loca, rodaba como si lo fuera;
debajo de una mesa, o de una silla,
con el pie la detuve,
y no es que fuera realmente
un racimo apiñado y denso,
sin muchas preguntas, muy suavemente
qué delicioso manuscrito fuera,
quise poner su vino en mi boca,
pero como no lo alcanzaba,
me dije: ‘estas uvas ya no me gustan’;
este es uno de los pocos manuscritos
más antiguos que se conocen
que con agua pura de la memoria
se borra.
AQUI ESTUVO EL SEÑOR DON MOSTAZA
Aquí estuvo el señor don mostaza,
el don ninguna sombra,
se detuvo frente al mar,
sacó un cuchillo,
y con intención maldita
hirió la corteza de un árbol,
y con las hojas
de un libro que llevaba,
limpió el verdor del acero
afilado,
y como el viento soplaba
con tanta potencia, aquí
- parado en esta esquina -
don mostaza desaparece,
sin haber echado en el surco
ninguna semilla,
sin haber escrito ni siquiera
un libro de versos,
aquí, señores, hay un hueco para el olvido
RECIBE VISITA DE DUEÑA
Assí fue que en tiempo/
una dueña me prisso,
siempre avía della buena fabla e buen riso
(nunca por mí fizo
nin creo que fazer quissiera)
“vuela mensajera mía” - dije -
que della míos ojos estavan catando,
si paloma fuere vuestra merced en mi nido”,
siendo verdad la fabla
que susso dicha dueña vino,
pequeñita e mano gorda
et dedo índice expuesto,
de este modo ablare:
“salta palomo (moviendo suso dedo gordo), salta”,
assí fuera que en un tiempo
una dueña me prisso
et del amor su amor
en aquel siglo non fui reposo
DESASTRE EN EL MAR
a mi amigo Ennio Moltedo
¿No éramos como un barco
que ningún iceberg
jamás lo hundiría?
con el salvavidas en el cuello
despierta sobresaltado
- ¿dónde estoy?
y cuando se tranquiliza,
se da cuenta que está intacto,
como era antes, en algún
lugar no identificado de Valparaíso,
pide un vaso de agua,
se pone a contar lo que había visto:
- el puente de proa ya había desaparecido del horizonte,
sólo sillas y mesas, todos debajo de la cama,
flotaban en medio del la típica pintura del desastre:
la cabeza del iceberg, algunos lánguidos
sobrevivientes eran presas
fácil de tiburones, y en el fondo del mar,
todavía envuelto en llamas el “Titanic”,
aquel maldito barco
que jamás se hundiría.
DEL CIELO BAJO UN SOPLO
En el paraíso terrenal
un árbol dice a otro árbol
‘ya no confío en ti’,
y como todas las cosas de este mundo,
una a la otra están encadenadas,
puede que uno pierda el equilibrio,
los bosques hechos de madera y hojas
se confundan,
los pájaros que anidan,
oyen estampidos de revólver,
desaparecen de las ramas,
las hojas se sacuden,
botan el agua que les sobra,
se incendian los castillos,
un ladrillo le dice a otro: "tú no eres de mi confianza",
las hojas sacuden los otoños
jamás nunca antes soñados,
y cuando una taza de café
pensaba y pensaba que todo
este mundo de hojas y billetes
se derrumbaba en mil pedazos,
del cielo bajó el demonio
soplo con fuerza de ciclones
y otra vez echó a caminar
el negocio infinito
del infierno en esta tierra.
URGENTEMENTE
Urgentemente debo hablar
con un solo verso
semejante a este día
cerrado por la niebla,
nunca el tiempo ha sido
enemigo más huraño
de los adjetivos y gerundios,
más que mi sombra o mis novias
del subjuntivo que sin consentimiento
les robaba de su boca
las uvas que reventaba
con mis dientes,
urgentemente digo
debo hablar con un solo verso,
semejante a este día, señor,
que cambias piedras floreadas
por pajaritos sin alas para el vuelo;
así, yo le pido: que estas terribles primaveras
no me amen, bien merezco
una día cerrado por la niebla,
un estornudo, una gripe
de susto para viejos,
o una aspirina al fin merezco
para renovar mis huesos;
reponga mis amores,
con un solo verso en blanco,
hágame usted reír a carcajadas.
VIENTO VIENTO
El viento que habla con voz
ronca y más pesada que un árbol,
sopla contra el viento
que habla suavemente
como la mujer que yo amo;
este es el viento rosado,
el viento de cabellos
largos como cuerdas más sonoras;
este es el viento con la cara de piedra,
viento que sopla en los ojos,
viento que trae tormentas,
viento que arranca puertas y ventanas,
que entra a la casa con su caballo,
se saca las botas, deja su camisa
en el respaldo de una silla,
abraza al viento suave;
dicen, a mí no me consta: que uno
soplaba en los ojos,
y el otro, en la boca;
viento contra viento,
viento de los truenos y de relámpagos,
dejan olor picante de los sulfatos
en la nariz de los amantes.
MUERTOS MUERTOS ESTÁN
Los muertos, muertos están,
William Blake, muerto;
Shekespeare, muerto;
John Donne, muerto;
perdón, usted no escucha
lo que digo: Dante y su doncella,
que era una de las mujeres
de este país que yo más amaba,
están muertos; John Milton, aquel
que de joven yo seguía cuando creía
que este mundo era un paraíso, está muerto;
y fenecidos están también
Quevedo y Góngora, y antes que éstos
Gutierre de Cetina y Gil Vicente,
todos los clásicos de todas las lenguas
escritas en dorados moldes,
están muertos; el autor de la Caperucita Roja
está muerto, y muertas y bien muertas
están todas sus palabras
como si se las hubiese comido el lobo,
muertos están los imaginistas ingleses,
muerto está el joven Ti.eS. Eliot con todos
sus gatos, aunque que los gatos tienen
cuatro vidas como cuatro patas
tiene una silla, el gato que yo tuve
ya está muerto, y muerto para siempre
están los santos apóstoles que
con María Magdalena alcanzan a trece,
muertos estás el anfitrión y el santo líder,
muertas están las moscas que se hacen
las moscas muertas,
los poetas del Carmina Burana están muertos,
y entre olas y olas de muertos
entre mares y mares de signos muertos,
entre cadáveres buenos y cadáveres malos
toda iluminada se mueve mejor la poesía.
|
|