El
Plan Infinito de Isabel Allende
por
Patricio Navia
"Las
Mujeres son un verdadero misterio" (p.294)
Isabel
Allende escribe como si fuera del boom, pero no lo es. De hecho, ella simplemente
se apropió del boom y usando los métodos e incluso el mensaje
del boom presenta su propio discurso de lo que es lo real-maravilloso. Para
Isabel Allende lo que los boomistas veían como real-maravilloso en América
Latina no corresponde a America Latina. La mujer, no el continente en si, es
el objeto y esencia de lo real-maravilloso.
Por
tanto, mientras Isabel Allende se aleja del continente latinoamericano en su
cuarta novela (las primeras fueron La Casa de los Espíritus, De Amor
y Sombra y Eva Luna) y se ubica en los Estados Unidos, en California más
específicamente, lo real maravilloso sigue con ella y sigue siendo motivo
central en su obra.
La
trama de la novela suena a una especie de biografía del esposo desde
el comienzo. En realidad para aquelllos que saben un poco más sobre la
vida privada de Allende les resulta fácil saber que ella usaría
su experiencia de vivir en California junto a su nuevo esposo como centro de
su nueva novela. Se desarrolla a través de lo que es la vida de este
muchacho y termina cuando este muchacho, ya convertido en abogado, narra su
historia a su esposa, a quien acaba de conocer, que es escritora y que obviamente
representa a Isabel Allende (y con esto no digo nada más de lo que dice
la propaganda del reverso del libro).
Para
mi el proceso es simple. Isabel Allende conoce a su esposo actual, un abogado
gringo, se casa con él y a través de él conoce una serie
de realidades que anteriormente no le interesaban lo suficiente como para escribir
un libro al respecto. Pero como no puede dejar su estilo ni su propuesta, entonces
finalmente rompe con su tradición latinoamericana esencial (aunque no
del todo, porque incluye mucho de lo que es la experiencia latina en USA) y
atribuye lo real maravilloso a la mujer. Y en la obra, para variar, aparecen
tres mujeres importantes. Aunque se podrían encontrar más, pero
son tres los personajes femeninos cruciales.
El
tratamiento que Allende hace del protagonista principal no es tan bueno. El
que logra de las mujeres es mucho mejor. De hecho, cuando se trata de mostrar
lo "femenino" del personaje masculino, Allende es excelente. Pero el resto no
es tan bueno, simplemente porque no es lo importante en la novela, lo importante
no es Charles Reeves, sino las mujeres en la vida de Reeves.
O
sea que es un fraude. No entiendo muy bien por que Allende se centró
en el hombre, en realidad pudo haber sido por motivos prácticos, para
así poder tratar las vidas de diferentes mujeres sin tener que centrarse
exclusivamente en las mujeres. En todo caso, el formato es más o menos
lo mismo. Un par de generaciones en la historia. El comienzo es clásico
de ella y el final, también muy común, se desencadena rápido
y no guarda mucha relación con las narraciones que se llevaron a cabo
a través de la obra. Como siempre, los buenos siempre ganan.
Otro
de los aspectos fabulosos de la narración de Allende es su excelente
trato de las relaciones amorosas y las descripciones de los encuentros sexuales
de adolscentes, adultos, ancianos, muchachos, etc.
En
síntesis, se podría decir que esta novela, al dejar de lado lo
marcadamente político de los ambientes de las novelas anteriores se acerca
mucho más a lo que conocemos tradicionalmente como temas de novela rosa.
¿Y qué hay de malo en esto? Nada, absolutamente nada. Por el contrario,
es fascinante. Realmente no hay motivo para que la alta novela no pueda tratar
cosas de interés cotidiano de la población. Después de
leer sus obras, quedo siempre con una sensación de duda. No sé
si acabo de leer una obra literaria fabulosa o una novela rosa bien escrita.
Esa sensación me seduce, ¿quién no ha visto alguna vez una
telenovela desde el primer hasta el último capítulo?
De
hecho, me inclino a pensar que el gran aporte de Isabel Allende es precisamente
ese, que ha dado un gran paso en la novela latinoamericana al incluir abiertamente
y con toda su fuerza el elemento de novela rosa que tan presente estuvo siempre
y tan menoscabado fue por la literatura tradicional y dentro de ese lenguaje
de novela rosa producir excelentes piezas literarias.
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