LITERATURA
CHILENA
CONTEMPORANEA HOMOSEXUAL
(Un
acercamiento bajo el prisma de Pedro Lemebel )
Por
Francisco Núñez Lozano
INTRODUCCION
Hace algunas
semanas llegó a algunas librerías de nuestro país una recopilación
de poesía llamada Primera Antología de la Poesía
Homosexual, con el subtítulo de Los arquetipos orales de
veneno, fango, punción, mutilación y devoración del
autor Fredo Arias de la Canal. Aunque los juicios para incluir poetas, de todo
el orbe y de todos los tiempos, no son muy transparentes ni iluminadores, sirven
para demostrar
el interés que está provocando la literatura homosexual en el
llamado
mundo posmoderno.
Sin duda que
la homosexualidad en los países occidentales no desarrollados todavía
sigue siendo una especie de tabú, especialmente en Chile, que es el país
que nos interesa. Por esta razón no se han realizado, hasta este momento,
trabajos especializados sobre el tema, ya que el material bibliográfico
se reduce siempre a libros relacionados directamente
con la sicología u otra rama del saber médico, abordando muy
superficialmente el problema del arte y la desviación sexual.
Existen tratados
sobre el erotismo, no obstante, también tratan el tema con poca profundidad.
Para realizar nuestro acercamiento a la literatura homosexual contemporánea
seguiremos una líneas de trabajo que consiste en una primera
introducción, donde se relacionarán variados conceptos:
Literatura y Homosexualidad
Homosexualidad
y Sida
Literatura, Homosexualidad
y Chile
Pedro Lemebel
Posteriormente
se definirán algunos marcos teóricos para ordenar el tema:
La Homosexualidad
desde un punto de vista Sicológico
Sociedad Autoritaria
y homosexualismo
El Homosexual
Reprimido y el concepto de Marginalidad
El tercer paso
será abordar el mundo del escritor Pedro Lemebel, quien será
el autor analizado en este trabajo:
Lemebel y el mundo
político de la izquierda.
Lemebel y la homosexualidad
Lemebel y el Sida
Finalmente me
dedicaré al análisis específico de la obra que se denomina
Loco Afán, con el subtítulo de Crónicas
de un Sidario.
La intención
de este trabajo básicamente no es abordar una historia de la literatura
homosexual contemporánea chilena, sino de tratar de iluminar un camino
para un futuro estudio de este tema, bajo el prisma de uno de los pocos escritores
chilenos actuales que ha escrito desde su condición
homosexual al exterior, sin utilizar metáforas o disfraces para
esconder su condición .
Literatura
y Homosexualidad
La homosexualidad
masculina y femenina ha sido un hecho normal, dentro del mundo artístico
universal. No encuentro muy válido comenzar a enumerar la larga lista
de personajes históricos y artísticos que han sido homosexuales,
ya que es un tema, que creo, aclarado. Sin embargo realizaré una rápido
vistazo a la mundo de la literatura universal para obtener
algunos nombre que pueden interesar para este trabajo.
Oscar Wilde ,
denominado el Dandy de Sodoma, por un grupo de alumnos de la Universidad Católica
de Valparaíso que realizó una tesis denominada La
Erótica en la Cuentística Nacional, es uno de los estandartes
de lahomosexualidad
literaria.
Se jactaba
de poner Romance and cynism en la expresión de la homosexualidad.
Fue un esteta del amor perverso (*1), son algunas de las
afirmaciones que se han hecho de este autor.
Posteriormente
tenemos a Jean Cocteau, quien también utilizó su propia homosexualidad
para volcarlos en sus obras artísticas. Personalmente consideró
que uno de los revolucionarios en este tema es, sin duda, Jean
Genet, y quisiera ejemplificarlo con un texto para señalar el porqué
de esta afirmación:
El pescador del
Suquet
Una complicidad,
un acuerdo se establecen entre mi boca y la pija - aún invisible
dentro se su short azul - de ese pescador de dieciocho años;
A su alrededor,
el tiempo, el aire, el paisaje se tornaban indecisos. Tendido en la arena, lo
que yo percibía entre las dos separads ramas de sus piernas, temblaba.
La arena conservó la huella de sus pies, pero, asimismo, la marca demasiado
pesada de un sexo alterado por el calor y la confusión de la tarde. Destellaba
cada cristal... Obviamente en este texto, el autor está entregando su
posición homosexual al lector. Su intención es transparente, y
no existe ningún artificio literario (metáforas, simbología)
para esconder su homosexualidad.
Posteriormente
tenemos toda la revolución Beatnik en Norteamérica, la que
fundida con el movimiento hippie integró a la sociedad nuevos comportamientos
sexuales, donde los términos de homosexualidad, lesbianismo
o bisexualismo, se salían de los tradicionales arquetipos, entrando
de llenó y con gran fuerza a la sociedad contemporánea. Entre
estos autores
tenemos a Williams Burroughs, y Alen Ginsberg.
En las sociedades
desarrolladas, y que no han pasado por experiencias traumáticas sociales
(dictaduras), la homosexualidad se ha ido asumiendo como
una posición sexual normal, derribando todos las murallas interpuestas
por la sociedad judeo cristiana. Sin embargo, la aparición del
Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) volvió a retomar
antiguos
conflictos, y la marginalidad de los homosexuales volvió al tapete
social.
Como postulaba
en el comentario del poema de Jean Genet, lo que a mi me interesa es el artista,
que desde su propia homosexualidad arma su trabajo literario. Excluyo al que
esconde o que metaforiza su propia naturaleza, ya que no es el objetivo de este
trabajo develar situaciones de
anormalidad bajo un prima estilístico, por el contrario es analizar al
escritor homosexual, su relación con el medio y la obra.
Homosexualidad
y Sida
En el capítulo
anterior entregue algunos detalles sobre el cambio de postura que existe actualmente
con los homosexuales en la sociedad posmoderna debido a la presencia del Sida.
El homosexual es un portador innato de esta mortal enfermedad, al igual que
los hemofílicos y drogadictos, debido a que las probabilidades de poseer
el mal, son muchomayores que en los heterosexuales.
El Sida, que es
un virus que ataca el sistema inmunológico dejando a los
individuos a merced de cualquier enfermedad, comenzó en las comunidades
homosexuales, arrasando con una enormidad de personas.
Básicamente
el virus se anidó en estos individuos porque se transmite por los flujos
corporales (semen, flujo vaginal, sangre) que se intercambian, especialmente
en una relación sexual. Los homosexuales utilizan
la relación anal para satisfacer sus deseos, lo que implica un contacto
de flujos mucho más directo que en las relaciones heterosexuales.
Es indudable
que actualmente el Sida se encuentra presente en toda la comunidad mundial.
Ya no sólo en los grupos drogadictos y homosexuales, sino que también
en los heterosexuales. La idea apunta a que en los comienzos del Sida, el homosexual
volvió a vivir la marginalidad, ya que las personas, desconociendo el
sistema de traspaso del mal, pensaban que podía transmitirla. El
hecho de ser homosexual en los mediados de los 80 implicaba tener Sida, y era
básicamente marginado (*2)
Todo este proceso
causó que muchos artistas comenzarán a morir producto del
Sida, lo que generó todo un movimiento que se proyectó a innumerables
obras. Hollywood, y su aparataje cinematográfico filmaron Filadelfia,
la historia de un homosexual con Sida que vive la marginación
de su medio, teniendo un éxito mundial.
La obra que podría
sintetizar toda esta unión es las Noches Salvajes, de
Cyril Collard. Este autor francés primero escribió un libro, presente
en la colección La Sonrisa Vertical, donde narra su propia historia:
bisexual y sidótico. Posteriormente llevó a la pantalla grande
su producción,
donde no solo escribió el guión, sino que también la dirigió
y protagonizó, transformándose en una cinta de culto.
Hablar hoy de
homosexualidad es también referirse al Sida. Son dos conceptos que van
entrelazados entre si, y que, posteriormente veremos que Pedro Lemebel los agrupa
alrededor suyo convirtiéndolos en el leit motiv
de su obra.
Literatura
Homosexual y Chile contemporáneo
Chile es un país
donde la sexualidad ha estado reprimida históricamente. La presencia
de la Iglesia católica ha sido preponderante, ya que incluso a finales
del siglo XX, los programas escolares de educación sexual que realiza
el Estado tiene que ser observados
y analizados por la jerarquía católica. Este punto específico
será
tratado más adelante, no obstante, es conveniente conocer esta problemática,
ya que es esencial para la comprensión de este trabajo.
Sin duda que
en Chile deben haber existido muchos escritores homosexuales, no obstante, por
el rígido sistema social, desde la Colonia
hasta nuestros días, han tenido que callar su posición y no lo
han volcado
en su obra. Como señalaba anteriormente los estudios literarios
no se han detenido en este fenómeno, por lo tanto no existen antecedentes
históricos sobre escritores homosexuales chilenos, salvo los
tradicionales rumores.
En el libro denominado
Primera Antología de la Poesía Homosexual, de Fredo
Arias de la Canal salen citados tres autores chilenos. Lamentablemente la edición
de este compendió es muy pobre, por decir lo menos, ya que no se entregan
antecedentes de los artistas incluidos y los análisis de los poemas son
básicamente ideas sicológicas subjetivas, que
no aclaran para nada un estudio de esta naturaleza.
Los tres autores
chilenos son Mario Fervor, con el poema titulado Soneto casi humano;
Francisca Osando, con El rastro del ser y David Valjalo, con El
poeta asesinado. Según el autor de la antología, el deduce
que estos artistas son homosexuales por que utilizan algunos arquetipos orales
que denomina veneno, fango, punción, mutilación y devoración.
Los poetas usan algunas
palabras claves que el estudioso descubre y relaciona, situación que
para mi carece de toda objetividad científica, ya que ni siquiera existe
una introducción sobre la vida de los autores, convirtiéndolo
en un documento
dudoso.
De todas maneras
el libro sirve para dejar constancia de la presencia de autores chilenos dentro
del mundo homosexual artístico contemporáneo. Existen muchos autores
que deben cultivar costumbres homosexuales, pero, como he insistido a lo largo
de este trabajo, no vuelcan directamente su posición sexual a la obra,
separándola de su creación. Un trabajo de análisis de estilo,
sumado a completas biografías, podrían
indicar un camino fértil para llevar a cabo estudios de este tipo,
lo que podría entregar luces sobre los escritores homosexuales chilenos
contemporáneos y su obra.
Mientras tanto
reinará el silencio. Dentro del movimiento denominado underground,
existen numerosos escritores homosexuales, especialmente poetas, que han escrito
libros donde si de ha denotado una influencia de su posición sexual en
su obra, sin
embargo no han logrado llegar al público en general. Generalmente estos
artistas tienen un cerrado círculo, donde su homosexualidad es conocida,
y no sale al exterior.
Francisco Casas
ha sido un artista que ha publicado obras basadas básicamente en su homosexualidad
. Sodomamía, un poemario breve, es una de sus obras más
representativas , no obstante, no logra acercarse al público masivo.
Pedro Lemebel es una excepción en Chile, ya que desde su propia marginalidad
sexual saltó a la fama con la publicación de Loco Afán,
que fue
criticado por Enrique Lafourcade en su columna de opinión en el Mercurio
de Santiago, entre otros autores.
Este autor habla
desde la marginación misma, donde no sólo su homosexualismo
ha sido reprimido, sino que también su posición política,
lo que lo
convierte en una especie de doble marginación, a lo que se le suma
el estigma del Sida.
Pedro
Lemebel
Pedro Lemebel
nació en Santiago a mediados de 1950, es escritor y artista visual. En
1987, con Francisco Casas, crea el Colectivo de Arte Yeguas del Apocalipsis
que desarrollan un extenso trabajo plástico en fotografía, vídeo,
performance e instalación. Su trabajo literario va desde el cuento, al
manifiesto político, la autobiografía y la crónica. Y es
especialmente como cronista que su escritura se ha difundido masivamente por
los medios de comunicación. Sus crónicas se han publicado
en revistas y periódicos nacionales y extranjeros. Actualmente realiza
el programa de crónicas Cancionero, en Radio Tierra.
Ha participado
en el seminario Utopías, Santiago 1993, Festival Stonewall,
Nueva York 1994 y en la Conferencia: Crossing national andSexual Borders, Latin
Americans Lesbians, Gay, Bisexual and Transgender, Nueva York 1996.
Ha publicado los
libros Incontables, cuentos Editorial Ergo Sum 1986 y La
Esquina es mi corazón (crónica urbana), Editorial Cuarto
Propio 1995.
También obtuvo la beca Fondart 1994, con el proyecto Loco Afán
(crónicas
de sidario). Esta misma beca la obtuvo nuevamente en 1996 con el
proyecto De perlas y Cicatrices (crónicas). (*3)
Pedro Lemebel
comenzó su proceso hacia la fama, básicamente con el liderazgo
que tenía dentro del Colectivo Gay Las Yeguas del Apocalipsis,
quienes se dedicaron a realizar una serie de actos que causaron
pánico dentro de la tradicional rutina de la sociedad chilena.
Uno de los hechos
más escandalosos fue protagonizado por Lemebel y sus socios en un cumpleaños
de Nicanor Parra, celebrado en la Estación Mapocho, donde asistía
numerosos artistas y autoridades chilenas, relacionadas de una u otra manera
con el poeta . En un momento del cóctel ingresaron Pedro Lemebel y Francisco
Casas, integrantes del Colectivo, quienes quebraron unos vasos de vidrio y procedieron
a bailar descalzos sobre los vidrios rotos, rompiéndose los pies, quedando
todo ensangrentado.
El hecho fue denominado por los propios autores como la cueca
fleta.
Otro de los hechos
escandalosos protagonizados, específicamente por Lemebel fue cuando beso
en la boca al famoso cantante catalán Juan Manuel Serrat, en un acto
público en la Universidad Arcis, en Santiago. Situaciones como estas,
obviamente generaron escándalo público, que fue ventilado en los
diarios, y que trajo consigo una fama menor para el artista.
También,
Pedro Lemebel, junto con Francisco Casas, salieron anunciando su
pública homosexualidad en la revista de comic Trauko, donde
con una sesión
de fotos en una hamaca, dejaron bien en claro cual era su posición
.
Posteriormente
comenzó una serie de actuaciones, llamadas instalaciones,
donde aparte de recitar algunos de sus textos, realizaba presentaciones plásticas,
donde se depilaba un corazón de pelo ubicado en su pecho frente a todos
los asistentes (Teatro Mauri, Valparaíso ,1996), o se instalaba desnudo
con un gorro de agujas hipodérmicas
y un televisor con imágenes pornográficas tapando sus genitales
(Sindicato de Estibadores, Valparaíso, 1995).
Finalmente ganó
un concurso Fondart, patrocinado por el Estado Chileno, publicando
Loco Afán y llegando a un público relativamente masivo,
congraciándose
con la critica nacional.
MARCO
TEORICO SICOLOGICO
Orígenes
de la homosexualidad
La sociedad moderna
siempre ha pensado que la homosexualidad es un trastorno mental. No obstante,
los estudios más recientes indican que los
homosexuales no sufren un desajuste mayor que el de losheterosexuales,
y la concepción de la homosexualidad como un trastorno mental
ha sido puesta en tela de juicio con mayor insistencia.
Hay ,muchas teorías
contradictorias con respecto a los orígenes de la homosexualidad. Según
los psicoanalistas , es el resultado de conflictos edípicos no resueltos.
Afirman que el niño quiere el derecho exclusivo sobre su madre
y teme que el padre lo castigue castrándolo. Para conquistar el afecto
de su padre y convencerlo de que no se un rival, comienza a imitar a su madre.
Su identidad sexual queda confundida, y en la
adultez procura recuperar su autoimagen mediante la unidad mágica
con otros
hombres (*4)
La dinámica
de la homosexualidad de la mujer es un poco distinta, también según
los psicoanalistas, ya que lo explican como una etapa de fijación en
la etapa de apego a su madre, como una incapacidad de transferir el amor por
ella al amor por el padre. En ambos sexos, en opinión de los psicoanalistas,
la homosexualidad parece producirse más a menudo en familias donde un
progenitor parece ser el dominante y el otro asume un rol pasivo.
Los psicoanalistas
son rechazados por otros estudiosos en sus teorías, quienes postulan
que la ausencia de un padre, sumado a la presencia de una madre autoritaria
y dominante, sería una de las causas de la homosexualidad
masculina. Lo inverso podría aplicarse al lesbianismo.
Los conductistas
tienden a considerar la homosexualidad como un comportamiento aprendido. En
algunos casos, los homosexuales mencionan como causa de se preferencia sexual
algunas experiencias homosexuales agradables
y satisfactorias (*5)
Existen muchas
hipótesis, donde generalmente están presentes los padres, no obstante,
todavía no se cuentan con conclusiones claras sobre el origen del comportamiento
homosexual de hombres y mujeres. A esto hay que sumarle los últimos estudios
realizados en el génoma humano, donde se
ha atribuido la homosexualidad a la presencia de un gen específico, situación
que aún no es confirmada.
Lejos esta la
profundización de este tema en este estudio, sin embargo, sirve para
aclarar ciertos conceptos. Recomiendo leer el texto denominado Carta a
una madre norteamericana, de Sigmund Freud, que en pocas
líneas entrega una síntesis de este tema.
Lo que si hay
que dejar bien en claro es que la homosexualidad escatalogada como una enfermedad
mental solo cuando el individuo no la desea y cae en estados de ansiedad extremos.
Definición
de la Homosexualidad.
Para los fines
de este trabajo vamos a definir la homosexualidad como un término
aplicable tan solo a aquellos individuos que, de manera más o
menos crónica, sienten un deseo sexual urgente hacia los individuos del
propio sexo, y quienes buscan la satisfacción de este deseo en forma
predominante
con individuos del propio sexo (*6)
Sociedad
Autoritaria y Homosexualismo
Para las sociedades
autoritarias, cualquiera que sea su ideología o religión, el problema
del sexo siempre ha sido uno de los factores más peligrosos. En la Biblia
tenemos el ejemplo de Sodoma y Gomorra, ciudades que supuestamente se habían
corrompido en su esencia, producto de
las extremas variaciones a que habían llegado las costumbres sexuales,
lo que provocó la destrucción de ellas.
Este es un claro
ejemplo que en los orígenes de la sociedad judeo cristiana ya está
presente la represión sexual, obviamente en sus diferentes grados. Chile,
como ya lo habíamos anunciado, ha sido una sociedad ejemplo de represión
sexual debido a la excesiva influencia de la Iglesia Católica en
el Estado. Cuando nos referimos a la Iglesia Católica, estamos hablando
específicamente del sector tradicionalista, alineado con ideas
conservadoras,
que mantienen una postura sobre las libertades sexuales apegadas directamente
a la doctrina.
Un ejemplo de
esto, que en otros países desarrollados causaría asombro, fue
la incautación de numerosas revistas pornográficas en Valparaíso,
luego de
una investigación realizada por el Obispo de esta ciudad, Jorge Medina,
hace pocos años .
En síntesis,
la injerencia constante de los valores tradicionales occidentales
y católicos han originado que en Chile los homosexuales no tengan
una presencia normal dentro de la sociedad, por el contrario,
siempre han sido
rechazados y marginados al extremo. Difícil es imaginar
en Chile la liberalización
de la legalidad, admitiendo matrimonios entre
personas del mismo
sexo, situación que ya es antigua para muchos países
europeos.
A esto hay que
sumarle que por 19 años, Chile vivió bajo un sistema
político
dictatorial, donde las libertades básicas personales, y
obviamente las
sexuales, sufrieron graves atropellos.
Muchos pensadores
señalan que los cánones de pensamiento de todas
maneras se están
abriendo, y suele esgrimirse para documentar esta
creencia a la
homosexualidad, describiendo una nueva y sana disposición
hacia ellos. Ya
no es un paria, un desdeñado deshecho inhumano cuyas
proclividades
sexuales hayan de mirarse con asco y cuya persona haya de
evitarse, es en
efecto, según algunos entusiastas, aceptado, tolerado y
comprendido...
Yo, por mi parte no creo que estemos en medio de una
revolución
sexual, ni siquiera que haya comenzado siquiera, ya que para
casi todos mis
amigos psicoanalistas siguen predominando los mismos
temores que en
el siglo 19. (*7)
A finales del
siglo XX, Chile sigue siendo un país represivo, y por
esta razón
el trabajo de Pedro Lemebel es un hito en la historia de la
literatura contemporánea
latinoamericana, porque rompió con el molde
tradicional del
homosexual reprimido, quien trata de realizar una obra
utilizando metáforas
y símbolos de la cultura gay, y aborda la
problemática
desde si mismo y en forma directa.
El Homosexual
Reprimido y el concepto de Marginación
Como se observaba
en el capítulo anterior, el homosexual sufre la
represión
y el aislamiento de la sociedad chilena.
El niño
homosexual desde pequeño recibe una trato diferente y vejatorio
por su medio ambiente.
Todo esto se suma y aísla al individuo, quienes
junto a quienes
también tienen su misma opción sexual crea un grupo
cerrado, el cual
posee sus propios códigos.
En Chile durante
muchos años ha existido una cultura gay, donde hay
discoteques, bares,
puntos de encuentro, revistas, que sólo circulan en
un ambiente muy
cerrado, donde nadie quiere ser reconocido.
El homosexual
está obligado a salir de su aislamiento para buscar
compañeros
sexuales. Frecuenta así los lugares conocidos de reunión de
homosexuales dentro
de la ciudad, como ciertos bares, halls de entradas
de hoteles, esquinas
de calles y baños públicos. Estas actividades lo
convierten poco
a poco en figura del mundo homosexual...La comunidad
homosexual consiste
pues en un gran número de grupos distintos dentro de
la cual la amistad
liga a sus miembros entre sí a través de un vínculo
fuerte y relativamente
duradero, reforzado por contactos sexuales tenues
pero reiterados.
El resultado es que los homosexuales de una ciudad
tienden a conocerse
entre sí, a reconocer un número de intereses comunes
y comunes normas
morales (*8).
Homosexualidad
y marginación son, como hemos vistos dos conceptos
interrelacionados
entre si. En Chile casi están fusionados, y Pedro
Lemebel es un
ejemplo de esto.
Lo más
probable es que este escritor haya participado de grupos de
homosexuales que
durante el tiempo de la dictadura tuvo que reunirse en
la clandestinidad.
A esto se le suma todo un trabajo realizado por el
artista con el
travestismo chileno marginal y la prostitución masculina,
que lo hicieron
ir creando una exagerada necesidad de salir a la
superficie social,
creando de esta manera el Colectivo Las Yeguas del
Apocalipsis,
y causando el revuelo que llenó tantas páginas de los
diarios y revistas
chilenos.
De esta manera,
y como a modo de síntesis, la obra que analizaremos
nace especialmente
desde el concepto de marginalidad, para abrirse paso
por la homosexualidad,
la izquierda política, el Sida y la ácida crítica
social.
EL MUNDO DE PEDRO
LEMEBEL
o la triple marginación
La izquierda política
Pedro Lemebel
está mucho tiempo inserto dentro de una sociedad con un
sistema político
dictatorial. Durante 16 años (1973-1989) en Chile se
vivió un
régimen militar con todas las características de los regímenes
de doctrina de
seguridad nacional que invadieron a Latinoamérica en la
década
del 70. Desaparecidos, torturados, exilio, sin libertad de
prensa, eran situaciones
ejemplificadores de lo que se experimentó en
este país.
Lo más
probable es que Lemebel haya participado de los convulsionados
tiempos de la
Unidad Popular y haya pertenecido a partidos de izquierda,
situación
que no se corrobora en ninguna biografía, ni tampoco se deja
entrever en sus
escritos, no obstante, tienen una posición claramente de
oposición
al régimen de Augusto Pinochet, que logran fusionarlo con el
movimiento de
izquierda chileno.
Es demás
conocida la rígida disciplina comunista, por lo tanto
seguramente jamás
se le debió permitir su acceso a esta colectividad
política.
Participó como cronista en numerosos periódicos izquierdistas,
además
de revistas que estaban abriendo sus páginas a nuevas tendencias.
Es así
como sus primeros escritos aparecen en Página Abierta, una
publicación
con tendencias miristas; El Canelo, que postula por una
sociedad ecológica;
Lamda News y suplementos del Diario La Nación, como
Alter-Nación
y La Gacela.
Específicamente
su libro Loco Afán parte con una historia sobre un
grupo de homosexuales
travestidos que realizan una fiesta para recibir
el año
1973 . El cuento se llama La noche de las visiones (o la última
fiesta de la Unidad
Popular), y es el anuncio del comienzo de nuevos
tiempos, donde
el dolor y la marginación serán los protagonistas.
Durante este
cuento, y las demás crónicas, incluido el poema Manifiesto
(hablo por mi
diferencia), generalmente se proyecta una imagen de apoyo
a las clases más
humildes, pero no con una visión ideologizante, de
tratar de asumir
una postura política específica. El autor se emociona
con la pobreza,
y la describe sin tapujos. Se acerca a los sectores más
humildes, que
seguramente lo marginaron mucho menos que las rígida clase
alta chilena.
Participó
siempre en actos a los detenidos desaparecidos, mezclando sus
trabajos artísticos
con propaganda a favor de los derechos humanos y
contra la dictadura
de Pinochet. Esta asociación con el proletariado lo
hizo trabajar
siempre con las colectividades de izquierda, y es la
primera marginación
de Lemebel. El autor es rechazado por una sociedad
autoritaria que
no permite variaciones del pensamiento, solamente la
oficial, y el
obviamente, escapa a este rígido cuadro.
El homosexualismo
en Lemebel
Lemebel es homosexual.
Lo dice y lo demuestra sin tapujos durante toda
su obra. El estilo
de lenguaje utilizado está lleno de códigos y de una
erotización
homosexual sin complejos. Obviamente esta es su segunda
marginación.
Desde que el
autor formó el Colectivo gay Las Yeguas del Apocalipsis
dejó en
claro que su intención en la sociedad era gritarle a los demás
su postura sexual
y romper las trabas de la sociedad chilena.
Junto con su
amigo y compañero Francisco Casas muchas veces se
presentaron travestidos
a actos culturales, lo que también es una
característica
de su trabajo, donde no sólo esta presente el homosexual,
sino que tienen
una visión mucho más protagónica el travestido y
prostituto.
La posición
de Lemebel frente al homosexualismo muchas veces podría
caracterizarse
como violenta. El lenguaje utilizado es tan claro que se
manifiesta como
un golpe para el lector relajado, acostumbrado a leer
textos de apología
al sexo desviado llena de retorcidas y suave
metáforas,
que finalmente las hacen incomprensivas. En Loco Afán el
lenguaje es fuerte,
donde todas las cosas están dichas por su nombre,
como tratando
de romper esa absurdo disfraz con que en Chile se tapan
los temas supuestamente
complicados.
La homosexualidad
de este artista se transforma en su trinchera, desde
donde puede comenzar
a lanzar sus ácidos dardos a la sociedad, y revelar
sus fallas y deformidades.
Loco Afán está lleno de crítica social,
donde los protagonistas
quedan desnudos frente a la pluma de un
homosexual, que
sin duda, los destruye social y personalmente.
Muchas veces
pareciese que esa represión en que vive el homosexual está
volcada contra
la sociedad represora en la obra de Lemebel, quien
constantemente
esta gritando su diferencia a los demás, no importando el
precio que cueste.
EL Sida y Lemebel
Sin duda que
la última y más grande marginación de Pedro Lemebel es
el
Sida. Loco
Afán, que tienen como bajada la frase Crónicas de
Sidario,
es un texto que tienen como leit motiv principal esta
enfermedad. Nunca
se revela si Lemebel la tiene o no, eso ya no tiene
importancia, porque
ya es tanta la cantidad de amigos, conocidos y
artistas que está
enfermedad se ha llevado, que para el lector pasa
desapercibido
este detalle.
El Sida es tratado
como una especie de terremoto que vino a transformar
el mundo de la
colectividad homosexual, no sólo de Chile, sino que
también
del mundo moderno, y que vino a estampar la tercera marginación
en Pedro Lemebel.
El Síndrome
de Inmunodeficiencia Adquirida creo un doble código en los
homosexuales.La
enfermedad se viene a sumar al ya existente. El Azt
(remedio para
alargar la vida de los sidóticos), el sarcoma de Kaposi
(enfermedad cutánea
típica del Sida), son conceptos que aparecen
constantemente,
y que se mezclan con el otro código homosexual, dando
como resultado
el estilo de Lemebel.
Las descripciones
de sus amigos enfermos, los funerales, la amargura de
observar un examen
positivo, están descritos en el libro en forma
desgarradora,
pero siempre con ese dejo de humor que el homosexual,
muchas veces reprimido,
guarda para contrarrestar su dolor. Por esta
razón las
imágenes que se van entrecruzando en el libro muchas veces
impactan por su
crudeza, pero a la vez convierten el rictus de desagrado
en el rostro del
lector en una sonrisa de esperanza.
Esa es otra de
las características importantes de Lemebel, quien está
embuído
en un mundo desgarrador y de muerte, sin embargo, lo traspasa
con su escritura,
transformando su discurso en documento histórico y
literariamente
valioso.
LOCO AFAN
(Crónicas
de un Sidario)
Las dos marginaciones
El libro Loco
Afán de Pedro Lemebel, está dividido en cinco
secciones, que
contienen crónicas, poemas y cuentos. El primeros de los
textos a analizar
corresponde a trozos de un poema, que está ubicado en
la sección
denominada: El mismo el mismo loco afán (Uf, y ahora los
discursos).
Manifiesto
(hablo por mi
diferencia)
No soy Passolini
pidiendo explicaciones
No soy Ginsberg
expulsado de Cuba
No soy un marica
disfrazado de poeta
No necesito disfraz
Aquí esta
mi cara
Hablo por mi diferencia...
Usted no sabe
Qué es
cargar con esta lepra
La gente guarda
las distancias
La gente comprende
y dice:
Es marica pero
escribe bien
Es marica pero
es buen amigo
Super-buena-onda
Yo no soy buena
onda
Yo acepto al mundo
Sin pedirle esa
buena onda
Pero igual se
ríen
Tengo cicatrices
en la espalda
Usted cree que
pienso con el poto
Y que al primer
parrillazo de la CNI
Lo iba soltar
todo
No sabe que la
hombría
Nunca la aprendí
en los cuarteles
Mi hombría
me la enseño la noche
Detrás
de un poste
Esa hombría
de la que usted se jacta...
Yo estoy viejo
Y su utopía
es para las generaciones futuras
Hay tantos niños
que van a nacer
Con una alita
rota
Y yo quiero que
vuelen compañero
Que su revolución
Les dé
un pedazo de cielo rojo
Para que puedan
volar.
NOTA: Este texto
fue leído como intervención en un acto político de la
izquierda en septiembre
de 1986, en Santiago de Chile.
Pedro Lemebel,
claramente en este poema funde dos de las marginaciones
que ha experimentado
en su vida: pertenecer a la izquierda en una
sociedad dictatorial
y ser homosexual.
Los dos nombres
citados corresponden a dos artistas, quienes también
volcaron su homosexualidad
a su obra. Lemebel se presenta hablando por
su diferencia,
la que lo ha marginado del resto de la sociedad.
Posteriormente
el texto se vuelve más violento, donde alude
directamente a
sus sufrimientos por ser homosexual, relacionándolos
directamente con
los grupos de tortura de la dictadura de Pinochet,
rematando finalmente
con la prostitución masculina.
Por último,
el autor termina pidiendo a sus oyentes que no sigan
aplicando su marginación
a los homosexuales. El poema es mucho más
extenso, y contiene
partes que llaman a la risa en el lector, que es uno
de los estilos
utilizados por el escritor, no obstante, el final es
desgarrador, ya
que exige de su auditorio un cambio mental, para los
nuevos homosexuales
que vendrán en el futuro
La violencia
En la Sota de
Talca, una travesti me dijo que estaba esperando la
bencina para el
avión. Y yo pensé que era el AZT. No niña, me dijo es
para las pechugas.
¿Y como lo haces? En una clínica supongo. Nada que
ver, no tengo
plata para eso. Me compro dos botellas de pisco, me tomo
una, cuando estoy
raja de curá con una gillete me corto aquí. Mira,
abajo del pezón.
Ahí no hay muchas venas y no sangra tanto. ¿Y?. Cachay
que la silicona
es como jalea. Como esas lagrimas de mar que hay en la
playa. Bueno,
te la metes por el tajo y después con una aguja con hilo
te hacís
la costura. ¿Y la otra botella de pisco? Te la echai en la
herida y te tomai
el resto. Quedai muerta de cocida, después el peso de
la silicona cae
y te tapa la cicatriz, no se te nota. ¿Vei?
Este texto está
incluido dentro de la sección de nominada Llovía y
nevaba fuera y
dentro de mi, y la crónica se titula Los diamantes son
eternos
(Frívolas, calavéricas y ambulantes).
La violencia
de este texto es extrema. El autor invita al lector a
imaginarse está
operación artesanal, convirtiéndolo en un hecho
morboso. Este
texto está incluido
dentro de una
entrevista a un travesti sidótico, quien habla sobre su
enfermedad libremente,
y cuenta esta experiencia.
La transcripción
de la entrevista está realizada con un vocabulario
popular, lo que
la convierte en un texto de fácil lectura, donde el
personaje se está
dirigiendo al lector directamente, y obviamente, sin
metáforas
o delicadezas lingüísticas.
La marginación
final.
Este texto también
está incluido en la sección Llovía y nevaba fuera
y
dentro de mi,
y se denomina Esas largas pestañas del Sida local.
Los funerales
de una loca contagiada por el SIDA, se han transformado
en un evento social.
Una exhibición de modelos Calvin AIDS, recién
estrenados, primorosamente
encogidos, para despedir a la amiga como se
lo merece, como
nuca lo soñó en el dorado aeropuerto de Nunca jamás.
El estigma
de la plaga, que en los ochenta hacía huir como ratas a las
amigas, negando
mil veces haber conocido a la occisa. Esa virulencia
homofóbica
que entonces mostraba cortejos de cuatro pelagatos
acompañando
un ataúd huacho. Un pobre cajón rodeado de familiares
tolerantes y de
alguna loca camuflada de terno bajo el anonimato de las
gafas. Ahora es
otra cosa mariposa. En los noventa, es el acontecimiento
que concentra
la atención de un público atento, esperando paciente el
deceso para ponerse
el modelito guardado especialmente para la premier
luctuosa.
Ahora la
muerte sidada tienen clase y categoría, Cualquiera no se
despide del mundo
con ese glamour hollywoodense que se llevó a Hudson,
Perkins, Nureyev
y Fassbinder. Cualquiera no ostenta ese look de manchas
leopardas, ese
tatuaje sidado que no se destiñe, fijaté. Por eso el
adios-AIDS es
inolvidable en su fulgor momentáneo de pestañas quebradas
y risitas tú-tú
contenidas por la emoción.
En este texto
queda reflejada la tercera y mortal marginación de
Lemebel: El Sida.
Las referencias a la enfermedad siempre se dan en este
tono irónico,
aunque la muerte esté constantemente rodeando el libro.
Lo mismo acontece
con otras descripciones, como travestis en su lecho
de muerte, o homosexuales
abriendo el sobre del examen médico del Sida,
que sin duda son
trágicas, pero que están envueltas en este estilo
irónico
social, que sin duda, convierte a Loco Afán, de Pedro Lemebel,
en una obra singular,
sin comparación en la literatura chilena
contemporánea.
Conclusión
La triple marginación:
política, sexual y enfermedad, son en definitiva
el leit motiv
de Pedro Lemebel. Hubiera sido más aclarador utilizar más
textos del autor
para demostrar esta conclusión, no obstante, sería el
mismo resultado,
ya que el análisis siempre desembocaría en uno de estos
tres tópicos.
La crítica
a protagonistas del mundo social y artístico chileno podría
desencasillar
algunas veces esta conclusión, sin embargo, la utilización
de constantes
ironías referentes a las tres marginados lo cierran en
este triángulo.
Entre las personas
que son víctimas de la pluma de Lemebel se
encuentran el
jugador de fútbol Ivan Zamorano, el maquillador Gonzalo
Cáceres,
la cantante Cecilia y Raphael, el artista plástico Juan Dávila,
entre otros.
Luego del éxito
obtenido por Pedro Lemebel con Loco Afán, lo más
probable es que
dentro de los próximos meses aparezca un nuevo volumen
de crónicas,
lo que reafirmará a este escritor en el mundo literario
chileno.
Como lo señale
en innumerables ocasiones, la novedad de este autor es
desvestir a la
sociedad chilena bajo el prisma de un homosexual,
utilizando un
lenguaje violento e irónico, y mezclando sus otros tópicos
de marginación.
El camino queda
abierto para realizar un completo estudio sobre la
literatura homosexual
contemporánea, y no solamente chilena, sino que
también
de todo el habla hispana.
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