Luciano P.
Díaz, es poeta, prosista y editor. Sus poemarios
incluyen Las Estaciones De Un Tren Fantástico/The
Stops Of A Phantom Train (Ottawa: Girol Books, 1990) y The
Thin Man And Me (Ottawa: Split Quotation, 1994). También
ha editado Symbiosis: An Intercultural Anthology Of Poetry
(Ottawa: Girol Books, 1992) y Symbiosis In Prose: An Anthology
Of Short Fiction (Ottawa: Split Quotation, 1995). En el
otoño de 1995 fue editor invitado de la revista ARC,
una de las publicaciones mas importantes para la poesía
en Canadá, en una edición completa dedicada
a la poesía chileno-canadiense. Dirige junto con
Jorge Etchverry la revista Alter Vox. En la actualidad prepara
su próximo libro Nómadas a publicarse posiblemente
este año en un formato bilingüe (Español
- Inglés).
Sueño
No supe qué orden
judicial
fue la que me obligó
a llevarla hasta allí, a la sala de espera
de aquel inexpugnable y
tenebroso recinto.
Trataba yo de reconfortarla,
de consolarla,
pero mis palabras no me
convencían ni a mí.
Aún podían
verse restos humanos,
animales de toda especie
caminaban como autómatas
con objetos metálicos
y de silicona incrustados en sus cuerpos.
"Esta es la cuarta
noche que sueño
este tipo de barbaridades",
pensé;
pero al abrir mis ojos y
mirar su rostro,
ella no estaba a mi lado
en nuestra cama.
Ella y yo estábamos
allí, lado a lado
en aquella sala de espera
de aquel inexpugnable y tenebroso recinto.
Esa era la realidad.
Al enfrentarnos, el hombre
nos dijo: ¿Qué flautas
hacen ustedes aquí?"
Mirome a mis ojos serios
y dijo:
"Es hora de que se
vayan, es hora de que ya salgan;
ustedes no pertenecen a
este lugar..."
Se abrió la puerta
y nos lanzaron fuera violentamente:
recogimos nuestras bolsas,
nos sacudimos la ropa y sin creerlo,
nos lanzamos tímidamente
a caminar sobre la planicie,
hasta que eventualmente,
entre dos ríos divisamos
la murallas de una ciudad.
La ciudad nos despertó
y sacudió de nosotros
aquella pesadilla.
El gato
Para Jorge Etcheverry
El gato mira,
es desconfiado,
solitario, independiente
dueño de las horas.
...Se cansaba del calor
entonces se sentaba a fumar
un cigarrillo.
En el mundo de los movimientos
se movía con sobriedad,
control.
Todo a su tiempo.
El invierno nunca es tan
duro:
un par de botas y una chaqueta
de cuero,
un paquete de cigarrillos
y una botella de vino tinto.
Escribir, pintar,
su mujer...
El gato duerme poco
ve bien de noche
pero se confunde en la neblina.
El gato siempre cae de pie.
El gato se agazapa y entonces
ataca.
Digan lo que digan
el gato nunca ha sido domesticado. |