AL MORIR ¿SABREMOS?

Voy caminando tristemente por la vida,
Alcanzando los últimos confines
El camino es oscuro y pedregoso
Y a medida que avanzo no veo sus matices.
Los días son más cortos mientras el tiempo corre
A lo lejos se ve el cielo fulgurar
¿Será acaso allá adonde van mis pasos
Presurosos y ligeros para este ciclo acabar?
O bien se dirigen raudos,
Pues hasta los minutos cuentan,
Hacia la tierra que llama de su gran profundidad,
Para fundirse con ella, para enlodarse en su seno,
Y volver a lo que fuimos
Desde hace una eternidad.

¡Mortales, somos mortales, perdimos el Paraíso
Y también el privilegio de siempre permanecer!
¿Qué será mejor morirse o vivir eternamente?
Mas a la muerte le temo siempre quiero amanecer.

Y si al volver a la tierra, si al mezclarse con ella
No hubiera un alma que fuera a otro lugar a ser,
Y allí quedáramos muertos,
Olvidados, descompuestos,
Sin esperanza siquiera de volver a renacer.
Aquello que nos comprime
Me inspira pánico y miedo
Y el terror se posesiona de la cabeza a los pies,
Porque nadie en miles de años
Ha resuelto este misterio,
Es posible que al morirnos
Lo podamos comprender.


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