Fragmento del libro
PRÓLOGO
Cierra los ojos…Sí, tú, el que está leyendo
ahora, cierra los ojos… por favor, te lo pido. Aunque sean
tan solo cinco segundos, y pon atención a tu respiración.
Así te será más
ameno entrar en esta dimensión paralela. Quizás ya
la has descubierto o quizás la vas a descubrir, pero verás
que, al final, ella es más real y está más
presente de lo que crees normalmente.
Bien; ahora que supuestamente ya los abriste, déjame decirte
que, si no me hiciste caso, eres una persona ansiosa, que quiere
ver todo de inmediato, a la cual le intriga el porvenir de una manera
sorprendente. Si es así, déjame aconsejarte
que disfrutes más el presente, calmadamente, y te dediques
a pensar qué cosas superaste del pasado, para ir de a poco
construyendo tu futuro. El tren se nos va a todos, pero se nos va
más rápido si no nos damos el tiempo de mirarlo pasar.
En cambio, si me hiciste caso, probablemente te intrigó experimentar
lo que se sentía acceder a la petición insólita
que te hice, y tienes ganas de adentrarte en este nuevo mundo fantástico
de una forma diferente.
Bueno, me imagino que ahora quieres saber por qué el prólogo
de una novela te está invitando a cerrar los ojos. Y la respuesta
es que quiero hacerte saber que no solo se lee con los ojos. Así es,
hay que leer con todos los sentidos, porque aquello que leerás
debes percibirlo diariamente en tu caminar, con todos tus sentidos
alerta. Y es que este libro no te dará respuestas certeras,
solo indicios para que tú encuentres las respuestas
en ti. Lee entonces, con todo tu ser. Disfruta, observa, siente…
Esta
obra pretende tocar lo más íntimo del ser humano
o, más bien, lo más íntimo del alma humana.
El hombre, desde los primeros tiempos, ha tenido el deseo de sentirse
parte de aquello que lo rodea, de sentirse parte del mundo; y como
es un ser dotado de razón, tiene el deseo de comprenderlo
también.
Pero pocos en la historia han logrado comprender el mundo a cabalidad,
y pocos han revelado que encontraron la esencia y la explicación
de la existencia.
Algunos hombres pasan por la vida sin hacerse grandes preguntas,
viendo la vida como un simple y circular devenir; sin embargo, otros
se preguntan por los grandes enigmas del mundo y por las razones
de la existencia de todas las cosas, por la razón de existir
de la vida misma. Este libro justamente tiene el objeto de acompañarte
en tu camino de la búsqueda
de la verdad. No da grandes respuestas a esas grandes interrogantes
ni revela verdades con certeza, pero sí comparte esa inquietud
que a muchos despierta interés.
Quizás alguna vez te has detenido a pensar: ¿por qué existe
el mundo?, ¿por qué existe el hombre?, ¿por
qué existo yo?, ¿para qué es todo esto? y bueno,
quien se dirige a ti en estas líneas al menos cree que el
mundo se ha creado para nosotros, para vivirlo, disfrutarlo, cuidarlo
y entenderlo. Pero te contaré una historia que tiene más
que decir que mis palabras…