Es necesario explicar el sentido de este libro, pues admito que
es inusual analizar desde el humor, asuntos usualmente abordados
por la crónica roja, tópicos analizados desde
el miedo y el rechazo. La delincuencia y la persecución
de la misma se encuentran constantemente bajo el escrutinio
de esa entelequía llamada opinión pública,
que juzga y vocifera. En el marco de realidad descrito, intento
rescatar lo esencial a través de historias reales, donde
los hechos son como son y como cree la opinión pública
o la televisión que deberían ser. Los porfiados
hechos, son interpretados desde la editorial de los medios,
que están
más o menos manipuladas por grupos de poder con objetivos
muchas veces indescifrables, que exigen determinados resultados
y que, en fin, solo juzgan y por lo mismo los hechos no se
analizan desde una perspectiva integral, en una palabra a
escala humana, sino que se limitan a contabilizarlos y medirlos,
es decir son datos para una cuenta pública. De ahí que
no exista otro libro igual.
Estos pequeños relatos, son trozos de vida y precisamente
ese es el valor de los mismos, no están intervenidos, ni por
el qué dirán o pensarán o juzgarán, es
la vida misma expuesta desde la inocencia de quien pensó que
sus acciones podían ayudar a la comunidad.
Existen roles asignados, pero esa es la actividad o el trabajo, no
la Vida, en ese sentido, las historias se relatan, en lo posible,
desde el humor y el sentido común y no necesariamente desde
la estructura del poder, pasando a ser una creación colectiva
y por tanto una mirada intersubjetiva de la realidad.
En las historias se retrata un momento histórico que posteriormente
será enseñado en los colegios como una efeméride,
vacía
de contenido, de sangre, de sentido de la realidad y del deber, en
suma, será tratado como objeto de museo, seco y lejano. El
rescate de estos trozos de vida, pretenden mantener la frescura del
momento.
Finalmente, como en todas las historias, el lector podrá reconocer
virtudes y miserias, tanto del autor como de los anónimos
participantes, cuyos nombres se ha protegido para no afectar sus
vidas o lo que ellos creen que son sus vidas.