inicio biografía el libro contacto

Abrir las dimensiones de nuestro ser.


Cuando hablamos de esta energía que proviene del cosmos y la utilizamos para dirigirla hacia un punto de nuestro organismo, movemos fuerzas poderosas que proceden de mundos superiores. Los sentidos físicos, aquellos que son gobernados por nuestro organismo, no tienen la capacidad de percibir toda la luz proveniente desde lo alto, por lo que necesitaremos abrir otros canales de percepción, sintonizar con otras emanaciones de nuestro ser que se encuentran en planos no corpóreos.
Ya analizaremos más adelante, con mayor detención, la composición de estas capas invisibles que somos. Por ahora, basta comprender que nuestro cuerpo físico es una fracción de este universo complejo que es el ser humano, tal como la punta visible de un iceberg. Otros “cuerpos” nos rodean y nos relacionan con el cosmos y, cada uno de ellos, presenta características y cualidades específicas.
Para comprender los principios en que esta Energía se sustenta, es necesario, abrir nuestra capacidad de percepción a las realidades que nos muestran esas dimensiones.
Esto no significa sumergirnos en un mundo de cosas “ocultas” o de poderes sobre naturales. Como veremos en el curso de este trabajo, la forma de actuar y sus efectos, se explicarán por medios absolutamente naturales y ordinarios.
En este sentido, la comprensión cabal del fenómeno Reiki, es una tarea que abarca varios aspectos, desde aquellos relacionados con la naturaleza física de la composición de la materia-energía a niveles sub-atómicos, hasta aquellos que provienen de realidades no perceptibles por los sentidos físicos o por nuestro ser corpóreo.
Para explicarlo en términos más sencillos: hay numerosos aspectos de la vida diaria que captamos a través de planos no materiales, como son, los sentimientos, las sensaciones o las intuiciones, que solemos emplear en nues tras percepciones y relaciones constantes. Esta energía también posee características que solo podrán ser “percibidas”, en la medida que abramos estos otros “aspectos”
de nuestro ser, no susceptibles de dimensionar física o materialmente.
Estos aspectos no “sensibles” de Reiki, nos impulsan a elevarnos fuera de lo corriente y ordinario de nosotros, para captar su verdadera naturaleza. Nos impulsan a ingresar a estadios de nosotros que no solemos emplear, porque gran parte del día permanecemos en el mundo del exterior, en el mundo material.
Con esta extraordinaria energía, nos introducimos en las capas más profundas de nuestro ser, que nos permiten descubrir lo que somos y reconocer la magnitud y alcances de nuestra “Grandiosidad”.