Señor Director:
A la entrevista al presidente de la filial SECH de Concepción se suma a la dada al periódico El Mostrador por el renunciado director de SECH Ricardo Gómez López y otras cartas de renuncia. Para el 10 de diciembre anunció su renuncia la secretaria general Magdalena Fuentes en el momento que la Comisión Revisora de Cuentas entregará un informe a los socios, que ya circula en Internet, y demuestra la gravedad de la situación institucional. La secretaria entregará los motivos de su renuncia. Se sabe de buena fuente que por orden del Partido Comunista, tienda política del presidente de SECH, se trató de bajar el perfil al informe a través de los integrantes de la comisión Rolando Carrasco, Santiago Cavieres y Jorge Navarro, pero se encontraron con la oposición del integrante José Chapochnik, el único no comunista de esta instancia.
Según los denunciantes de las maniobras ilícitas dentro de SECH, lo más grave es el uso de facturas, por más de 20 millones de pesos, en beneficio de negocios personales del socio Gonzalo Contreras avaladas por el presidente y vicepresidenta Cecilia Palma. Así como pagos de honorarios a socios y abogados, sin consulta al directorio, por parte del presidente Reynaldo Lacámara. Hay que recordar que cuando el socio Alejandro Lavquén pidió cuentas financieras el presidente lo querelló por injurias, pero Lavquén fue declarado finalmente inocente. Hoy el informe de la comisión, aunque faltan denuncias, más el tenor de las renuncias de los directores, le dan la razón a Lavquén. Otros asuntos graves y que la comisión deberá detallar son la no rendición de los 3 millones que costó traer a Chile a Ernesto Cardenal. Los montos de las cajas chicas, sobre 250 mil pesos cada mes, y su no rendición documentada, el robo de cuotas de socios y perdida de talonarios, la rendición de 1,5 millón gastado por SECH en lo que se llamó Festival de las Ideas, todo esto dentro del año 2006. Ahora falta una auditoría al año 2007, que es donde mayores ilícitos existen y mayor cantidad de dinero se ha dilapidado entre cuatro paredes. El tesorero Oscar Aguilera lleva meses sin asistir a reuniones, sólo se le envían los cheques para que los firme según denuncian los directores renunciados. Todos los cheques, que deberán ser revisados en la auditoría, llevan la firma del presidente y tesorero. Pronto se anuncia la intervención del Ministerio de Justicia y SII. Investigaciones indaga la triangulación del dineros de gobierno a través de SECH para una campaña electoral el 2005, la de Hernán Rivera Letelier. Existen documentos firmados por Reynaldo Lacámara que lo condenan. Este nuevo escándalo en la SECH parece que traerá su muerte definitiva. ¿Quién la mató? Ya todo Chile lo sabe.
Ximena Arriagada
5/12/2007
