Señores del Directorio
Sociedad de Escritores de Chile (SECh)
Que lamentable que bajo el reinado del "compañero" Reynaldo Lacámara y la anuencia de la corte directorial sechiana, se aleje de la institución después de 43 años, Fernando Pastén, mayordomo y compañero fiel de SECh, que además, después del golpe de Estado de 1973 se mantuvo en la Casa del Escritor por varios meses con su esposa e hijos, aguantando el ventarrón siniestro de los militares. Pastén, podríamos decir, fue el primer combatiente de la Casa del Escritor. Se mantuvo durante la dictadura a pie firme con las directivas que buscaban, como todo el Chile decente, la caída del tirano, y continuó después de la llegada de la Concertación, pero hoy es desplazado por unos pesos miserables que el directorio le niega fustigándolo. Incluso descerrajaron la puerta de la cocina como unos vulgares filibusteros la noche del 01 de Junio. El mismo directorio que calla las cuentas y despilfarra los recursos; que miente y omite, que gesticula y desprecia, que te llama compañero y luego arremete como un Rasputín; el que desprecia a las filiales y engorda de sonrisas y trigo cuando las visita. El mismo directorio que permite comidas que suman casi un millón de pesos en el sólo mes de diciembre de 2006 según rezan las planillas, pero le niega a un trabajador sus derechos y respeto. A la mierda el directorio!!! Siento vergüenza de haber votado por algunos de ellos, pero se ven caras y no corazones.
Fernando Pastén tuvo el respeto y la confianza infinita de escritores como Pablo Neruda, Pablo de Rokha, Luis Enrique Délano, Mario Ferrero, Jorge Teillier, Stella Díaz Varín, Enrique Lihn, etcétera. Y hoy es vapuleado por algunos brillantes poetas que creen que la letra "i" es una chimenea, incluso tratan de echarle leña cuando hace frío. ¡Qué país este!
Señores del directorio, vaya mi mayor repulsa para Ustedes. Y me importan un comino las medidas que puedan adoptar en mi contra por esta carta y por la anterior. Les recomiendo que antes de pensar algunas mejor se preocupen de no andar transgrediendo los estatutos y aclaren vuestra participación en el Consejo del Libro, hoy tan de moda por sus resultados.
Atentamente los saluda
Alejandro Lavquén
