PABLO VARAS

Pablo Varas nace en la ciudad de Ancud en el mes de junio de 1953, hijo de Pablo y de Ida.

“Nací cuando estaban enterrando a don Amador Mancilla, era la hora en que algunos pescadores salían a tirar sus redes a la mar y en la casa de mi abuelo dormía el perro en la puerta de entrada, las gallinas ya habían comido y la abuela María recogía los huevos frescos en el gallinero.

“Lo conocí cuando éramos compañeros en la tercera preparatoria. Recuerdo que un día me pidió si le podía llevar una carta a mi hermana porque él me dijo muy serio que quería casarse con ella; me contó en voz baja que le estaba pidiendo que se casara con él.

“Lo recuerdo jugando entre los botes que estaban descansando en el puerto; allí se iba después de las clases y se quedaba largo rato mirando el horizonte”. Sus padres se radicaron en Osorno y allí terminó su educación secundaria. Tengo entendido que no fue el mejor de la clase pero que apostó por pensar diferente, apostó a la solidaridad, a la justicia social, a un mundo más solidario. Estaba enamorado de la Rita. Toca la guitarra, canta boleros y tangos.

Estudió pedagogía en Historia y Geografía en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile en los años setenta y trabajó como profesor en distintos colegios de Santiago. Le gustaba que sus alumnos intentaran “copiar” en las pruebas y la única nota roja que puso fue cuando se equivocó de lápiz.

En 1982 fue detenido por la Central Nacional de Informaciones CNI y permanece desaparecido por veinte días, lapso en que es sometido a torturas, tratos inhumanos y degradantes. Luego, pasa a la cárcel pública donde cumplirá una condena de siete años y cuatro meses de prisión.

Radica en la actualidad en Bruselas, Bélgica, escribe con regularidad y nunca se olvida de sus sueños, de sus amigos desaparecidos y asesinados, y cree que un mundo nuevo, más justo, más solidario es posible y sostiene que una de las cosas más lindas de la vida son los besos.