Los hermanos


Abel le había confesado a su hermano que, no pudiendo contener sus brotes
irrefrenables de maldad, asesinaría a los pocos mortales para anular el
proyecto divino de la humanidad. Caín desdichado, antes de matarlo, le
prometió que nadie conocería el secreto.

Carolina Olmos
( Argentina)

 

Escritores.cl 2005