La herencia


Un día mi padre me llevó hasta la cima de un monte muy alto, y desde allí fue señalando los campos sembrados, la casa y el valle:
- Algún día...Todo esto será tuyo.
Volvimos en silencio. Me rebelé en contra de tan generosa entrega porque sabía lo que debería ocurrir. Bajando la cabeza, le rogué a Dios que me ayudara a entender. Y los años pasaron...
Antes de ayer murió. Sin prisa y sin calma, como había pasado toda su vida de trabajo y esfuerzos. Entonces levanté a mi hijo de la cuna y corrí hasta el mismo lugar...
- Esta es tu herencia, hijo mío.

Mónica Volpini

 

Escritores.cl 2005