En abril recién pasado la Sociedad de escritores de Chile renovó su directorio, eligiendo al escritor Roberto Rivera Vicencio como presidente de la entidad. Roberto Rivera (Santiago, 1950) Estudió Literatura y Matemáticas en la U. de Chile, residió varios años en Buenos Aires a partir de 1974, donde además de hacer periodismo, participó en la creación de importantes eventos culturales y en la redacción de la revista "Suburbio". Autor de libros de narrativa Rivera ha sido premiado en diversos concursos como el Bata, Vicente Huidobro, Revista Amancay de la U. de Chile, Joaquín Edwards Bello de la Universidad de Valparaíso, finalista en el Chile Francia, etc. y obtuvo la Beca del Consejo Nacional del Libro año 1998 en novela.
Quisimos conocer los planes de la Sociedad de escritores para los próximos años, y su opinión acerca del acontecer literario nacional, cosa que plasmamos en esta entrevista.

-Roberto, hace mucho tiempo que los escritores chilenos no veíamos una Sociedad de Escritores tan activa y empoderada como la actual. ¿Cuáles son los planes para continuar ganándose la confianza de los Escritores(as) de Chile y ofrecer una representación moderna y de calidad?

Lo que observas es un trabajo y un esfuerzo que viene trabajándose durante años, la Sociedad de Escritores de Chile, como todos los gremios, ha tenido altibajos y ciclos. Hoy, como te decía, luego de varios períodos que fueron aportando lo suyo, bajo la presidencia de Reynaldo Lacámara vino Ernesto Cardenal por ejemplo, y logró acercar a muchos escritores que se encontraban alejados, Carmen Berenguer entre ellos, actual candidata al Premio Nacional, y que bajo su mandato efectuó un importante encuentro internacional de escritores, el ENECH, que lamentablemente no tuvo mucha difusión. Luego, durante el mandato de Víctor Sáez se vigorizaron las finanzas que hoy permiten abarcar nuevos desafíos en las comunicaciones, en talleres, en atención de público y lectores, en mantención de nuestra Casa del Escritor, de modo que nos encontramos en un buen pie para proseguir con la tarea y, como bien dices, continuar ganándose la confianza de los Escritores de Chile.
Respecto de nuestros planes está en carpeta abrir nuestra valiosa biblioteca al público en general bajo un Convenio con la Dibam con todo lo que ello implica, clasificaciones, bibliotecaria, etc. incluida la cafetería que ya tenemos funcionando.
Dados los bajos índices de lectura y comprensión lectora, estamos saliendo a atender a la comunidad educativa, a colegios y municipios, centrados especialmente en los sectores más vulnerables con talleres de cuento, poesía y biografía para niños y jóvenes. Esto mismo lo replicamos con talleres para el adulto mayor.

Otra preocupación urgente es la situación de nuestros viejos escritores, y si bien tenemos un pequeño Fondo de Ayuda Solidaria (FAS) en la Sech, este es insuficiente, por lo cual ya nos entrevistamos con la Subsecretaria de Previsión Social (S) Marta de la Fuente, en vías a obtener alguna ayuda para nuestros casos más críticos; y ojalá, en otro de los puntos, los Talleres que podemos dar los escritores sean considerados susceptibles de obtener los fondos SENCE para dictarlos en todo tipo de instituciones públicas o privadas.

Estamos también próximos a firmar un Convenio de beneficio mutuo con la UTEM (Universidad Tecnológica Metropolita), en vías a obtener con su colaboración diseños de calidad para nuestras actividades, desde invitaciones hasta afiches, que sus estudiantes hagan práctica en nuestra biblioteca y varios otros temas de interés mutuo, de extensión a la comunidad, ediciones también podría ser, concursos, etc.

Ya trabajamos también en mejorar nuestras comunicaciones y nuestra página Web, y próxima a salir nuevamente a la luz se encuentra la revista “Sipmson 7” en forma virtual por ahora bajo la dirección de Carmen Berenguer. Por lo pronto distribuimos, mes a mes, la gaceta “Alerce” bajo la dirección de David Hevia.

Nos preparamos igualmente para participar en todas las Ferias del Libro con la colaboración de nuestras Filiales que cubren el país completo, aportando ideas como capacitar al personal que atiende al público de Ferias por ejemplo, y generar una programación de actividades de calidad y entretenidas que generen no sólo espectáculo, sino también lectores. Pronto nos recibirá, al efecto, la Gerente General de la Cámara Chilena del Libro, Viviana Azócar.

Estamos empeñados también en atraer a los jóvenes escritores con propuestas interesantes, talleres, recitales, publicaciones y con una programación de nivel indiscutido. Charlas de primer nivel con relatores de primer nivel. Generar cada año un ciclo por cada género que dé a conocer la obra de nuestros jóvenes escritores.

Por otra parte, comenzamos ya el próxima sábado 11 de junio a trabajar en un proyecto estratégico Sech a corto, mediano y largo plazo, en el cual participemos todos los que queremos y respetamos a nuestro gremio.Desentrañar, en nuestro tiempo de caos, el Rol actual del Escritor y las tareas que esta modernidad nos exige, volver a instalar nuestra voz en el concierto artístico y cultural, nuestra opinión y nuestra obra en las severas disyuntivas sociales y políticas que a diario nos somete la realidad. Para ello, contamos con un Directorio a la altura de los desafíos con escritores tan importantes como Naín Nómez, Isabel Gómez que fuera premio Pablo Neruda, José Leandro Urbina, Guillermo Martínez y la misma Carmen Berenguer ya antes mencionada, premio Iberoamericano de poesía.

Volvemos a establecer vínculos fraternos y de trabajo entre nosotros y con los escritores en general, con la comunidad Sech de Santiago y Regiones, con toda la comunidad artística a través de Unión Nacional de Artistas y con el mundo académico y de la educación, con la prensa, con el Estado, con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (No hace nada nos reunimos con el ministro Ernesto Ottone) y los ministerios, con los municipios.

En fin, nuestro proyecto es hacer de la Sech una institución fuerte y solidaria, que difunda nuestro quehacer y defienda nuestros derechos, lúcida en sus observaciones y generosa con sus socios y el mundo al cual nos debemos, un lugar grato de encuentro tanto para los escritores como para quienes nos quieran visitar y saber de nosotros. Todo ello redundará, sin duda, en más y mejor literatura.

-Antes de ser elegido Presidente usted cumplió un período como Secretario General de la institución, ¿Cuál fue su experiencia durante ese período y qué cosas piensa es necesario mejorar?

Mi experiencia como Secretario General fue muy grata, en el sentido que tuve toda la colaboración y apoyo de los directores para modernizar procedimientos administrativos y de orden, de programación de actividades, etc. que hoy nos permiten avanzar con un sistema básico ya resuelto. Sobre mejorar, siempre es posible mejorar, pero diría que avanzamos al unísono con los cambios.

-¿Cómo calificaría usted la relación de la Sociedad de Escritores de Chile con la institucionalidad cultural actual?

 La relación de la Sech con la institucionalidad cultural actual es bastante buena, de diálogo, no exenta como corresponde a diferencias de apreciación, desde cierta concepción lingüística que genera realidades y que lo hemos dado a conocer, hasta los montos de los fondos destinados a becas de creación, la modalidad de los mismos y la selección de evaluadores. Solicitar la anualidad del Premio Nacional de Literatura como antaño, con dos premios nóveles, no lo encontramos descabellado. Es otra de nuestras reivindicaciones.

-¿Qué comentario le parece la organización de la Feria internacional del libro de estación Mapocho, donde hay discrepancia entre la Cámara del libro y las editoriales independientes?

No queremos participar en la disputa entre editores, ya sean grandes o chicos, pacíficos o con furia, independientes o no. Queremos que se haga la Feria y queremos recuperar el lugar que históricamente nos corresponde como escritores. Cabe recordar que fuimos los creadores y principales animadores de la Feria del Libro hace algunas décadas y por mucho tiempo. Un buen modelo de administración es la Feria del Libro de Buenos Aires, una Fundación integrada por los distintos actores que confluyen en la existencia del Libro, incluidos por supuesto los escritores, además de editores y libreros, los cuales llevan a cabo la mayor Feria del Libro de Sudamérica de reconocimiento mundial.

-El fenómeno de las editoriales independientes vino a llenar un espacio medio vacío en el mundo editorial chileno, ¿tiene la SECH planes para crear una editorial propia?

Efectivamente las editoriales independientes vinieron a llenar un vacío, un espacio donde el escritor emergente era un escritor al garete, sin libros. De este mundo editorial han surgido precisamente los nuevos poetas y narradores.

La Sech podría acceder en el mediano plazo a un sello editorial propio, pero nuestro interés no es competir con el mundo de las editoriales, sino dar a conocer a nuestros escritores.

-El país vive un proceso constituyente al cual ustedes han hecho un llamado a participar, ¿Cómo piensa participar la SECH en este proceso?

En Sech hay catorce talleres funcionando permanentemente, la mayor parte de ellos ya se sumó al proceso, por otra parte hemos instado a que nuestras filiales se sumen a esta instancia democrática, y al efecto las hemos alimentado con la información y documentación necesaria a todos nuestros socios. También participamos con la Unión Nacional de Artistas a través de nuestro representante en el proceso. Cada quien hará como mejor estime.

-El escritor Carlos Franz, al recibir el premio de la II Bienal de novela Vargas Llosa, un premio importante, reclamó públicamente que la sociedad chilena y especialmente la élite, no tiene realmente ningún interés en la literatura del país, porque habiendo recibido el premio nadie mostró realmente interés, cuando los deportistas son recibido con gran algarabía en la Moneda. ¿Qué opinión le parece el reclamo, está de acuerdo con él?

Tuve la oportunidad de felicitar personalmente a Carlos Franz con quien me encontré en el Diálogo de Escritores Latinoamericanos de la Feria del Libro de Buenos Aires. Lamentable pero cierto, las élites nacionales parecieran divorciadas de la cultura y sin interés alguno por la literatura y las letras; de hecho basta con escucharlos hablar, queda la impresión de una Babel al revés, hundida, donde no por hablar idiomas distintos que no se entienden, sino porque ya no hablan, sino emiten imprecaciones, sonidos, bárbaros agresivos y veloces, sociales llenas de eventos de “emprendedores” y nadie que sepa para adonde vamos. Como decía anteriormente, este es otro de nuestros desafíos.

-En sus actividades como escritor usted ha publicado varios libros de narrativa y dirigido talleres literarios. Fuera de su actividad como Presidente de la Sociedad de Escritores ¿Tiene intenciones de volver a publicar?

Actualmente estoy haciendo un Taller de Lectura, De “El sistema periódico” de Primo Levi a “Las partículas elementales” de Michel Houellebecq. No puedo dejar de hablar y disfrutar de la literatura. Por otra parte trabajo en una novela sobre el mundo andino que espero terminar dentro del año.

-¿Qué opinión le merece la producción actual de literatura chilena?

Creo que se está escribiendo una muy buena literatura, a todo nivel, jóvenes y no tanto. Lo que ocurre es que el público no la conoce porque en los medios no hay crítica, no hay reseñas, no hay una mirada que dé cuenta de esta producción. El mundo académico tampoco ha dado cuenta, salvo excepciones, de las publicaciones de los últimos cuarenta años. Hay una deuda y un vacío que día a día se profundiza más.

-Estos últimos dos años, ¿ha crecido o disminuido el número de socios de la SECH, y cuántos miembros existen?

El número de socios año a año sigue creciendo. Hoy tenemos cerca de setecientos socios activos y superamos los mil trescientos con los pasivos que, son cíclicos, de pronto aparecen y se vuelven a activar. Cabe señalar que tenemos incluso dos filiales en el extranjero, en Londres y Nueva York.

-¿Cuáles son los requisitos para convertirse en miembro de la institución?

Basta con haber publicado un libro de calidad y solicitar la admisión en un formulario que se puede obtener en la página Web. Una comisión examina el texto y si amerita, el solicitante puede integrarse a la Sech. Pero reitero, al menos un libro de probada calidad.